viernes, marzo 13, 2009

138. PENSAMIENTO Y TECNOLOGIA

• Si bien hablamos de desarrollo del pensamiento (con respecto a la filosofía), no podemos negar que hay una nueva manera de estructurar el pensamiento, mediatizado por las tecnologías. Las imágenes, los sonidos, los instrumentos de producción de los mensajes, la búsqueda, el procesamiento y los archivos de la información van armando una nueva trama en la manera de pensar. Principalmente las nuevas generaciones tienen una estructura absolutamente distinta y serias dificultades para ajustarse a los modelos vigentes en el pasado.

• Un pensar mediado por la tecnología es un pensar que trabaja sobre el formato de la pantalla (no ya la página estática y lineal), el sostén digital y electrónico, los nuevos soportes de la información y el conocimiento. Algunos autores, por ejemplo, hablan de una manera de ordenar la forma de pensar y articular la información según los motores de búsqueda de internet (por ejemplo Google).

• Esta es una forma de pensar que contamina la educación, porque la educación no puede mantenerse fiel a valores y estilos del pasado, sino que necesariamente se asocia a estas nuevas formas: pizarrón, palabra del docente, escucha obediente del alumno, uso de libros y registro, espacio, tiempo… se ven invadidos por una tecnología y nuevos sujetos que han roto los muros de la escuela y del aula con otros soportes que están oficializados (y se usan legítimamente) o están subrepticia o descaradamente en poder de los alumnos: sonidos, imágenes, comunicación (mp3, mp4, celulares, etc.) El mismo circuito de comunicación docente-alumno está cruzado por “ruidos” diversos que dificultan o inhabilitan el pensamiento.

• No es lo mismo pensar con un universo de pensamiento generoso pero acotado, que tratar de pensar en medio de una explosión del conocimiento. Y de hecho, en nuestros días, el conocimiento de todas las áreas, la información disponibles, los materiales a la mano (aquello que están en cada conexión de computadora, teléfono o televisor) crece de manera exponencial, por lo que la primera tarea de pensamiento es poner orden, sistematizar, tratar de dar cuenta de lo que existe, salir a la caza de todo lo disponible, seleccionar, proponer una mirada crítica, re-crear síntesis que puedan tener un sentido educativo.

• En el pasado, la escuela y la educación formal constituían la fuente de la información y el conocimiento. Hoy abunda la información, el dato, la novedad, pero escasea el conocimiento, la educación. Por eso la educación escolar, formal, se presenta como la lucha permanente entre la fragmentación de lo dado y la sistematizaciòn de los materiales, entre el discurso y la imagen, entre la continuidad y la ruptura. No hay conocimiento, ni pensamiento posible sobre la base de cortes, datos, pantallas, destellos… y el esfuerzo de la educación sigue siendo ese: dotar de orden y de sistema al caos aluvional de información disponible y fluyente,

• Si antes había un predominio de la palabra (logosfera) y era la palabra el soporte privilegiado del pensamiento, hoy estamos atravesados por la imagen (iconosfera) y en las imágenes hay que buscar también los nuevos códigos, los nuevos mensajes, las nuevas ideas que genera el pensamiento.

• Los docentes, los que enseñan, y los alumnos tienen sus propias teorías personales, teorías que tienen compatibilidad generacional entre sí y cierto grado de incompatibilidad entre los sectores. Es muy probable que la teoría personal de los docentes presente una visión del mundo, de la sociedad, de sí mismo, de la educación (vista desde la enseñanza) distinta de la teoría personal de los alumnos, de su visión del mundo, de la sociedad, de sí mismos y de la educación (vista desde el aprendizaje). Si ser inconmensurables (Kuhn) son diferentes y solemos tender a simplificar los rasgos que las caracterizan.

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