viernes, marzo 13, 2009

139. IMPACTO DE NUEVAS TECNOLOGIAS

La tecnología atraviesa el mundo y la vida de los hombres; aunque la tecnología es un producto cultural, y es una construcción humana, ha tomado fuerza propia (como el fuego robado mitológicamente a los dioses) y el hombre ha sido y es reconfigurado permanentemente por su intervención.

Mientras los restantes productos culturales representaban la construcción del mundo del hombre, adaptando la naturaleza a sus necesidades, la tecnología se ha apropiado también del cuerpo y la subjetividad del hombre y lo va moldeando según sus avances.

La dependencia de la tecnología es tal, que la mayoría de los seres humanos, acostumbrados a determinados niveles de civilización difícilmente podrían sobrevivir a un mundo en el que la tecnología desapareciera o no pudieran brindar los servicios que cotidianamente brinda. Hay numerosas novelas y películas que han abordado esta problemática.

Ya hemos hablado de la manera de pensar, de ver, de oír, de recordar, ajustados a los avances tecnológicos: porque en realidad cada uno de los artefactos se ha convertido en una prolongación necesaria de lo humano. Los productos tecnológicos no son ajenos al ser mismo del hombre. La memoria – por ejemplo - no es sólo una parte del cerebro controlado por la red neuronal, sino que es también el conjunto de generosos y dinámicos sistemas de almacenamientos que el hombre dispone en su vida cotidiana.

La misma manera de conocernos y relacionarnos con los otros, de comunicarnos y de amar encuentra en las tecnologías aliados y cómplices porque se moldean los cuerpos, se arreglan las imágenes, se anulan las distancias, abundan los medios de comunicación, se potencia el funcionamiento de todos los sentidos…

Pero al mismo tiempo la tecnología tiene factores alienantes, des-humanizantes, críticos, éticamente discutibles, porque los atrevimientos en las investigaciones y en los avances puede llegar hasta la destrucción del ser humano. De hecho las nuevas formas de la guerra – que históricamente acompañó cada uno de los avances de la tecnología – han creado medios infalibles para destruir, matar, arrasar.

La tecnología no ha logrado – a pesar de sus esfuerzos – acallar todos los males: La soledad, el aislamiento, el dolor, el suicidio, las enfermedades terminales, las muertes súbitas, la vejez, los bolsones de miseria, pobreza y exclusión, el hambre, el maltrato, los padecimientos sociales, la inseguridad, son aun asignaturas pendientes.

Rodeados de tecnología, en el mejor de los mundos posibles (= edificios inteligentes, barrios privados, vehículos prodigiosos), con todos los ingresos y los avances a la mano, el hombre sigue siendo esa “caña pensante” de Pascal, que se puede quebrar al menor roce, sin que le sirvan de protección y garantía todos sus bienes.

Finalmente, la sociedad tambaleó en lo económico y el mundo avanza hacia un futuro que aun no define su perfil ya que puede evolucionar hacia los mejores niveles de humanidad, o puede naufragar en la destrucción final de nuestra aldea global.

La tarea de la educación es inmensa, porque no se trata sólo de renovar curriculum o de ajustar métodos o procedimientos, sino de definir el compromiso que le atañe en la construcción del presente y del futuro. La educación es también responsable del uso de las tecnologías con un criterio inclusivo, solidario, humanizante, ético.

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