domingo, diciembre 14, 2008

129. ANTROPOLOGIA + EL SUJETO AMOROSO

De manera análoga a la CONSTRUCCION DEL SUJETO PEDAGOGICO (PUIGGROS. 1990), podemos hablar de la CONSTRUCCION DEL SUJETO AMOROSO. Los sujetos sociales de las más diversas clases y condiciones participan en situaciones educativas. Todas ellas pretenden contribuir a la constitución y al cambio de otros sujetos a través de la educación. En el sistema educativo moderno siempre se trata de sujetos (educadores) que intentan incidir en otros sujetos (educandos) para lograr que se transformen en adultos, ciudadanos, trabajadores, soldados, emprendedores, feligreses, dirigentes, intelectuales, profesionales o lo que fuere. La educación es también una práctica productora de sujetos a partir de otros sujetos, es una mediación, que se realiza, se hace efectiva construyendo un sujeto mediador, que se denomina sujeto pedagógico. El sujeto pedagógico es un lugar de encuentro en donde lo que se articula no es la identidad de cada sujeto sino la diferencia, porque en ámbito en donde se encuentran los sujetos.

En las relaciones amorosas, los sujetos se encuentran, procediendo de subjetividades distintas, de individualidades diversas, de identidades inabordables. Cada uno es lo que es y sigue siendo el que lo que es a pesar del amor y durante el amor. El amor es un salir de la propia identidad para encontrarse con el otro que también sale de su identidad, con la tarea común de construir un nosotros amoroso. Ni el yo, ni el tú de la designación del lenguaje, sino el nosotros que sustituye la identidad por la diferencia, por este nuevo territorio compartido y común. Sólo hay amor cuando alguien abandona lo propio y se sumerge en la nueva entidad construida a través de la mirada, la palabra, el abrazo, el beso, el pensamiento, los cuerpos, el com-partir más absoluto.

Pero, a su vez, el amor no existe sino en esa construcción, en ese territorio de encuentro de tal manera que, de la misma manera que el sujeto pedagógico es el resultado de la construcción y por tanto expresión de la interacción mutua de los sujetos mas diversos (como muy bien lo ejemplifica PUIGGROS en el clásico Sujetos, disciplina y curriculum en los orígenes del sistema educativo argentino) de una manera análoga el amor es el resultado de la diversidad de sujetos, el sujeto amoroso es el producto absolutamente distinto de las variaciones de las identidades que se encuentran para crear la diferencia. Por eso los amores son siempre distintos o, dicho con mayor rigor, los sujetos amorosos son siempre innovadores, mas allá de que algunos logren refugiarse en la realización de un único y definitivo sujeto amoroso, otros los vayan mutando según edades y situaciones, y otros vayan en la búsqueda y no logren NUNCA construirlo. Tal vez, porque nunca abandona la identidad para abrirse a la diferencia.

En el sentido conviene leer algo que – en otro sentido y con absoluta claridad lógica – aporta BADIOU

“¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? El amor es un procedimiento de la verdad; entonces, es una condición natural para la filosofía. Se pueden reconocer cuatro tipos de procedimientos de la verdad: la ciencia, el arte, la política y el amor. En el amor podemos rastrear todas las características de un procedimiento de la verdad: comienza con un acontecimiento, el encuentro entre dos personas. Después debemos encontrar la forma y las consecuencias de este encuentro, debemos encontrar un nuevo lenguaje. ¿Por qué la verdad? Porque el amor es, en mi opinión, la invención de la verdad acerca de la diferencia. Naturalmente, es la diferencia entre dos individuos, la diferencia absoluta entre la posición masculina y la femenina. Como dijo una vez Lacan, la relación sexual no existe. Hay una ilusión en la pura libertad sexual: la ilusión de que allí podemos encontrar una experiencia de conexión con el otro. Entonces, se compromete con la repetición y no con la creación. ¿Qué es la verdad acerca de la diferencia? Es la experiencia de la diferencia mediante la construcción de un nuevo punto de vista sobre el mundo mismo. Es una nueva experiencia del mundo desde el punto de vista de los Dos. El amor no es una suerte de negociación entre dos individuos. Es la creación de un nuevo punto de vista sobre el mundo mismo: el punto de vista de los Dos. La amistad también es la experiencia de los Dos pero es una experiencia mucho más débil que el amor. Por eso explicamos la amistad desde el punto de vista del amor y no a la inversa. El amor es el ejercicio de la diferencia en relación con el desarrollo de la vida misma. Es, pues, la experiencia del mundo no desde el punto de vista del Uno – individual – sino desde el punto de vista de los Dos, no desde el ángulo de la identidad sino desde el ángulo de la diferencia.” ALAIN BADIOU. ENTREVISTA. 2008

miércoles, diciembre 10, 2008

128. JULIEN OFFRAY DE LA METTRIE + LA VOLUPTUOSIDAD DEL SABER Y DE LA FILOSOFIA



“La voluptuosidad de los sentidos, por mas agradable y cara que sea, por más elogios que le hayan tributado (…), tan sólo tiene un goce que es su tumba. Si el placer perfecto no lo mata definitivamente, necesita cierto tiempo para resucitar. ¡Qué diferentes son los recursos de los placeres del espíritu! Cuanto más se aproxima uno a la verdad, mas encantadora la encuentra. No sólo su goce aumenta los deseos, sino que se goza ya desde que se intenta gozar. Se goza mucho tiempo, y sin embargo más de prisa que la velocidad del rayo. ¿Hay que sorprenderse si la voluptuosidad del espíritu es tan superior a la de los sentidos, como el espíritu al cuerpo? ¿No es el espíritu el primero de los sentidos, y como la reunión de todas las sensaciones? ¿No convergen allí todas, como otros tantos rayos a un centro que los produce?
No indaguemos más, por qué encantos invencibles un corazón, que el amor a la verdad inflama, se halla de pronto transportado, por así decir, a un mundo mas bello, donde goza placeres dignos de los dioses. De todas las atracciones de la naturaleza, la más fuerte es la de la Filosofía. ¡Qué mayor gloria que la de ser conducido a su templo por la razón y la sabiduría! ¡Hay conquista más halagadora que la tener sumisos a todos los espíritus!

Pasemos revista a todos los objetos de estos placeres desconocidos para las almas vulgares. ¿Qué belleza o qué magnitud no poseen? El tiempo, el espacio, el infinito, la tierra, el mar, el
firmamento, todos los elementos, todas las ciencias, todas las artes, todo forma parte de este género de voluptuosidad. Demasiado contraída en los límites de un mundo, ésta imagina un millón de ellos. La naturaleza entera es su alimento, y la imaginación su triunfo. Entremos en algún detalle.

Tan pronto es la poesía como la pintura, la música o la arquitectura, el canto o la danza, las que hacen experimentar a los entendidos placeres arrebatadores. (…) Voltaire no puede contener el llanto ante su Mérope
[1], por sentir el valor de la obra y de la actriz. Vos habéis leídos sus escritos: ¿en las manos y en la memoria de quien no están?

Cuando un gran pintor habla de pintura, ¿qué elogios no le prodiga? Adora su arte, lo pone por encima de todo, y duda de que se pueda ser feliz sin ser pintor, porque está encantado de su profesión.

¿Quién no ha sentido los mismos transportes que el Padre Malebranche, al leer algunos pasajes de los poetas trágicos, griegos, ingleses, franceses, o ciertas obras filosóficas? (…) Si se experimenta una especie de entusiasmo en traducir y desarrollar las ideas de otro, ¿qué debe ser si se piensa por sí mismo? ¿En qué consiste desarrollar esta generación, este parto de ideas que produce el gusto por la naturaleza y por la búsqueda de la verdad? Cómo describir este acto de la voluntad o de la memoria, por el cual al alma se reproduce de alguna manera, al juntar una idea con otro signo semejante, para que de su semejanza y como de su unión nazca una tercera. (…)

Los placeres de los sentidos mal regulados pierden toda su vivacidad y dejan de ser placeres. Los del espíritu se les parecen hasta cierto punto. Precisa suspenderlos para agudizarlos. En, el estudio tiene su éxtasis como el amor. Si se me permite decirlo, es una catalepsia o inmovilidad del espíritu, que parece separado por abstracción de su propio cuerpo y de todo lo que le rodea, para entregarse por entero a lo que persigue. A fuerza de sentir, nada siente. Tal es el placer que se experimenta tanto al buscar como la hallar la verdad.

(…)

Si el estudio es un placer de todas las edades, de todos los lugares, de todas las estaciones y de todos os momentos. ¿En quién no ha provocado Cicerón el ansia de hacer la dichosa experiencia? (…) ¡Qué placer ver todos los días con los propios ojos y por las propias manos, crecer y formarse una obra que encantará a los siglos venideros e incluso a los contemporáneos. (…)
¿Por qué ensalzar tanto los placeres del estudio? ¿Quién ignora que es un bien que no lleva consigo el hastío o las inquietudes de otros bienes, un tesoro inagotable, el mas seguro contraveneno del cruel hastío, que pase y viaja con nosotros y, en una palabra, nos sigue por todas partes? ¡Dichoso el que ha roto la cadena de todos sus prejuicios!

(…)

La primera utilidad de las ciencias consiste pues en cultivarlas, lo que ya es un bien real y sólido. ¡Dichoso quien tiene afición por el estudio! Mas dichoso aun quien a través de él logra liberar al espíritu de sus ilusiones, y al corazón de su vanidad, meta deseable a la que vos habéis sido conduce ido en una edad una tierna por las manos de la sabiduría; mientras tantos pedantes, tras medio siglo de vigilias y trabajos, mas encorvados por el fardo de los prejuicios que por el del tiempo, parecen haberlo aprendido todo salvo pensar. Ciencia rara en verdad, sobre todo en los sabios, pese a que debiera ser al menos el fruto de todas las demás. A esta sola ciencia me he dedicado desde la infancia, juzgad señor, si he triunfado, y que este homenaje a mi amistad sea eternamente grado a la vuestra”.

AL SEÑOR HALLER, PROFESOR DE MEDICINA EN GOTTINGA. Por eso La Mettrie señala específicamente entre los saberes y la ciencia, a la medicina: “El médico es el único filósofo que merece bien de su patria; aparece como los hermanos de Elena en las tempestades de la vida. Su sola vista calma la sangre, devuelve la paz a un alma agitada y hace renacer la dulce esperanza en el corazón de los desdichados mortales. Anuncia la vida y la muerte, como un astrónomo predice un eclipse. Cada cual tiene su antorcha que le ilumina.”




JULIEN OFFRAY DE LA METTRIE: EL HOMBRE MAQUINA


NORO JORGE EDUARDO
norojorge@gmail.com

[1] Tragedia escrita por VOLTAIRE en 1744, sobre un clásico de la antigüedad griega. Voltaire la escribe después de la prohibición sufrida por su obra MAHOMA o DEL FANATISMO.

127. ¿SENTIDO DE CULPA? ¿CONCIENCIA?



A partir del trabajo con la película PARANOID PARK se pueden trabajar una serie de temas éticos, relacionados con el sentido de la conciencia, la construcción y la vigencia de la culpa, el valor y la trascendencia de los hechos, la captación del sentido de la responsabilidad moral. He aquí la propuesta. Datos sobre la película en http://www.norojorge.blogspot/ = ¿Es posible o es necesario? O de la Isla Flotante del conocimiento y la memoria






Para el análisis:
01. Registro de los hechos, de la gravedad de los hechos, del recuerdo de los hechos. Alex acepta el desafío de un extraño (con quien comparte circunstancialmente la pista de skayte) que lo invita a subirse a uno de los trenes de carga para viajar furtivamente en él. No tiene necesidad de hacerlo, no es su costumbre, ni su mundo: es solamente el juego del azar lo que lo lleva a aceptar la propuesta... un guardia de seguridad de los trenes lo descubre y Alex trata de sacárselo se encima pegándole con su patineta. El guardia siente el golpe, pierde el equilibrio y cae sobre la otra vía cuando pasa otro tren. La figura del guardia cortado en dos y tratando de sobrevivir es algo impactante. Alex tiene conciencia de lo hecho: tira su patineta al río, se cambia la ropa en casa de su amigo, se baña, tira la coba en un cubo de basura... y trata de descansar para olvidar. A la mañana siguiente, despierta con necesidad de saber si realmente todo ha psado y por eso termina leyendo extrañamente el diario en una cafetería. Pero luego el hecho se olvida, desaparece, se silencia, no existe... hasta que un policía del distrito llega hasta la escuela a interrogar a los chicos que practican skateaboar. De alguna manera los hechos existen y no existen, son y no son, según se los despierte y se los presente.
02. Sentido de la culpa: presencia o ausencia. Conciencia culposa. A partir de ese "descubrimiento" (acusación, preguntas indiscretas, fotos), el hecho reaparece en la conciencia, pero no aparece la culpa. Ha pasado algo grave, desagradable, pero no hay necesidad de tomarlo así. El diario que escribe trata de ponerle memoria a los hechos... ya que la verdad se va cambiando o negociando según conveniencia y con una tranquilidad manifiesta.
03. Confesión: ante quien y con quien. Con-fianza, confesar. Alex necesita desde el primer momentos¡ "confesar" lo que ha hecho. Hay un llamado frustrado a su padre, llamado que queda registrado. Luego intenta decirle algo a las chicas con las que se cruzan... pero no sabe bien con quien debe hacerlo. Al final, una amiga que intuye que algo oculta, le dice que es necesario sacarse la culpa, confesando y que para confesar basta con confiar en alguien, escribir una carta - por ejemplo - y decir lo acontecido. Allí se remedian todos las culpas. No hay reparación necesaria, no hay otras demandas.
04. El juego de las mentiras y la imperturbabilidad de la ficción. Cuando el policia, el amigo, la novia, la madre, el padre le preguntan algo sobre lo acontecido, Alex construye con absoluta naturalidad diversas versiones de lo real. Permanece imperturbable. Algo de lo que dice es cierto, pero todo lo demás es mentira, y sobrevive jugando con estas ambigüedades.
Es difícil pensar en una generación que no toma conciencia de lo que hace, le resta gravedad, sabe olvidar, desconoce consecuencia, no esta dispuesta a asumir culpa, cargo y consecuencias... y puede sobrevivir sin ninguna culpa. Es todo un desafío, para disfrutir la vigencia de la moral y de los principios éticos que la animan.



PROPUESTA
Viendo las obras del Director, sería interesante trabajar en un proyectos o Ciclo de cine sobre la base de problemática adolescente. Mas allá de los contenidos, de los "códigos" adolescentes... la estética del director y la capacidad de interpretación por parte de los adultos, representa todo un desafío.
NORO JORGE EDUARDO
norojorge@gmail.com

martes, diciembre 09, 2008

126. ¿CONCIENCIA Y CULPA?



El los llama "los muertos", así, en general, y asegura que se le aparecen noche tras noche por la pequeña ventanita enrejada de la celda. “No puedo dormir. Me da miedo que metan la mano por la reja y me agarren.” ¿Quiénes son? “Muertos, no sé. “¿Reconocés las caras? “Algunos son personas del barrio a las que mataron. Pero otros no sé quiénes son.”
Lo que le ocurre a Jonathan es dificil de saberlo, ya que desde que fue detenido, hace más de un mes y medio, sólo ha sido entrevistado por el psicólogo un puñado de veces y con intervalos increíbles: como el psicólogo se fue de vacaciones, se ha quedado sin nadie con quien hablar por más de dos semanas, según surge de su legajo personal. Quizá sea uno de esos casos de los que habla la Corte, cuando advierte sobre los "blancos móviles": Jonathan tiene miedo de que lo maten por haber caído preso, aunque no sabe o no dice si desconfía de la Policía. Aunque también puede que el temor que no lo deja dormir provenga de alguna carga del inconsciente o, lo más probable, de la abstinencia obligada a la que lo arrojaron sin nada a cambio. Desde que está detenido, debió dejar de consumir el paco que lo acompaña desde los once años.
Entre las caras que ves por las noches, ¿se te aparece alguna de las personas a las que asaltaste? “Yo nunca maté a nadie y veo muertos. A veces me acuerdo de algunas personas, de las señoras que cuando te ven entrar se largan a llorar. Me dan lástima. O cuando los dejamos atados en el baño y después pienso..Uy, ¿y cómo van a soltarse?”

Jonathan tiene 16 años. Es lo mismo que nada, aunque también es suficiente para muchas cosas. Ha pasado toda su vida en Puerta de Hierro, un barrio de La Matanza famoso por la violencia que recorre sus callecitas y por el furor que ha concentrado el paco y otras drogas destructivas que circulan entre los pobres. A su edad, Jonathan es todo lo vulnerable que permite su historia y todo lo peligroso que se le achaca. Es uno de los detenidos por un crimen cometido por una banda de adolescentes que ingresó a la casa a robar. Uno de los ladrones le pegó dos tiros al padre, frente a sus hijos. Y ahí lo dejó, muerto. “Yo no estuve ahí, no sé qué pasó. Estaba en otro lado.”
Haya estado o no en la escena del crimen, Jonathan tiene una vinculación temprana con la violencia y ha cometido asaltos en casas particulares, aunque jura que nunca lleva armas. “A las casas entramos cuando hay gente, para que nos digan dónde está la plata.”
¿Qué será de Jonathan cuando salga libre? Será en poco tiempo o en algunos años, pero ese día llegará. El director del instituto donde está preso le presta atención y hasta pidió asistencia para tratar su problema de adicción, aunque todavía no consiguió personal especializado. El sistema es más fuerte que las voluntades. Pero Jonathan piensa en su futuro. O tiene una respuesta cuando se lo preguntan. “Lo primero es irme del barrio con mis hermanitas. Y meterme en una comunidad terapéutica para dejar lo de la droga. Mi papá me quería llevar a trabajar con él. En una de esas se puede.”

Los muertos de la noche, hasta que algo cambie de fondo, seguirán amenazantes. CLARIN. 07.12.08
NORO JORGE EDUARDO
norojorge@gmail.com