jueves, septiembre 25, 2008

121. LA FILOSOFIA + MAS ALLA DEL SENTIDO COMUN

"La Filosofía no es otra cosa que el cultivo de la sabiduría y la búsqueda o investigación de la verdad. Parece, pues, razonable suponer que aque­llos que le han consagrado su tiempo y sus esfuerzos han de tener un es­píritu más apto y despierto en orden a la elucubración con un conoci­miento más claro y evidente, por hallarse más desembarazados que los profanos de las dificultades y dudas que en alguna manera puedan os­curecer la verdad.

Y, a pesar de ello, vemos que la gran masa de iletrados que forman el vulgo, el incontable número de los que desarrollan su vida mental den­tro de los senderos trillados del sentido común y se gobiernan por los dictados instintivos de la naturaleza, gozan en su mayoría de una sereni­dad y fijeza imperturbables en lo que a sus conocimientos se refiere. Para ellos, todo lo que les es familiar resulta perfectamente explicable y nada difícil de comprender. No les aqueja falta alguna de evidencia en sus sentidos y están por completo a salvo de llegar a ser escépticos.

Mas en cuanto tratamos de elevarnos por encima de los sentidos y del instinto para seguir la luz de principios superiores, para poder razonar y reflexionar sobre la naturaleza de los seres, nos asaltan innúmeras difi­cultades, precisamente sobre cosas que antes creíamos haber compren­dido perfectamente. A cada paso, por sí mismos, se delatan los prejui­cios y errores del sentido; y al pretender corregirlos mediante la razón, insensiblemente caemos en burdas y extrañas paradojas, dificultades y falacias, que, multiplicándose, nos abruman a medida que avanzamos en el camino de nuestras especulaciones, hasta que por fin, después de haber vagado errantes por entre mil intrincados laberintos, venimos a encontrarnos en el mismo punto de partida; o, lo que es todavía peor, es­tacionados en un peligroso y despechado escepticismo.
(...)
Mi propósito, por lo tanto, será tratar de descubrir las raíces y el ori­gen de tantas dudas o incertidumbres, absurdos y contradicciones como vemos en el campo de la filosofía y en sus diversos sistemas, tan incon­sistentes todos que los hombres más sabios han llegado a decir que es irremediable nuestra ignorancia, juzgando que ésta procede de la limi­tación y torpeza de nuestras facultades.

Y, ciertamente, bien vale la pena que nos esforcemos en investigar con la más esmerada atención los primeros principios del conocimiento humano, que los examinemos y analicemos bajo todos sus aspectos, en­tre otras razones por haber cierto fundamento para pensar que las difi­cultades y obstáculos que halla la mente en su búsqueda de la verdad no provienen de oscuridad o complejidad en las cosas mismas que inves­tiga, ni de la natural debilidad y limitación de las facultades cognosciti­vas, sino más bien de haber tomado como seguros puntos de partida ciertos principios falsos que debieran haberse desterrado.

Tarea es ésta en verdad difícil y desalentadora, si se tiene en cuenta que, antes que yo, muchísimos hombres de extraordinario talento han tenido el mismo propósito y sin resultado alguno. Me da, sin embargo, cierta esperanza el pensar que una visión de largo alcance no es siempre la más clara; mientras que los ojos forzados a mirar siempre de cerca pueden quizá mediante un examen minucioso descubrir detalles que hayan escapado a la observación de una vista mejor."

BERKELEY (1710): PRINCIPIOS DEL CONOCIMIENTO HUMANO. INTRODUCCION

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