Los temas tradicionales de la antropología han sido sobresaltados por los cambios fundamentales que se han operado en el hombre y en su entorno. Los temas y problemas no tienen un abordaje a la mano y exigen a la filosofía de nuestros días la misma creatividad que tuvo la filosofía del pasado para afrontar los problemas de los diversos momentos de la historia. El ser humano es el mismo y no lo es, porque se han operado transformaciones que no siempre encuentran explicaciones adecuadas:
(1) Tecnologización del cuerpo: la palabra cyborg se forma a partir de las palabras inglesas Cyber(netics) + organism (organismo cibernético) y se utiliza para designar una criatura medio orgánica y medio mecánica, generalmente con la intención de mejorar las capacidades del organismo utilizando tecnología artificial. El término lo acuñaron en 1960 para referirse a un ser humano mejorado que podría sobrevivir en entornos extraterrestres. Llegaron a esa idea después de pensar sobre la necesidad de una relación más íntima entre los humanos y las máquinas en un momento en que empezaba a trazarse la nueva frontera representada por la exploración del espacio. De acuerdo con algunas definiciones del término, la conexión física y metafísica de la humanidad con la tecnología ya ha empezado a convertirnos en cyborgs. Por ejemplo, una persona a la que se le haya implantado un marcapasos podría considerarse un cyborg, puesto que sería incapaz de sobrevivir sin ese componente mecánico.[1]
(2) Los debates actuales en torno a la identidad sexual, la construcción cultural y social del género y los cambios que puede operarse sobre los mismos.
(3) Los problemas antropológicos, éticos y morales que se generan en torno a la eutanasia y los métodos de fertilización y concepción artificial o asistida.
(4) Las cuestiones derivadas de la tecnología de los transplantes y la intervención en el cuerpo humano, sin reconocer límites ni barreras.
(5) Los ensayos y los intentos de clonar seres humanos: clonar significa obtener uno o varios individuos a partir de una célula somática o de un núcleo de otro individuo, de modo que los individuos clonados son idénticos o casi idénticos al original.
(6) El uso socialmente productivo de substancias químicas (drogas) con el fin de controlar la conducta, asegurar el rendimiento o modificar esquemas de comportamiento.
(7) Los indefinidos límites que se establecen entre la realidad y la virtualidad, entre lo tangible y las construcciones electrónicas.
(8) Las nuevas formas de las relaciones humanas y del amor, que se transforma en “relaciones o amores líquidos o funcionales”.
(9) Los condicionamientos genéticos (estudios del ADN) del desarrollo, la salud y las potenciales enfermedades del cuerpo y de ciertas conductas.
(10) Los cambios operados sobre la estética del cuerpo (para asegurar la ilusión de la eterna juventud) a través de: la cosmética, la gimnasia, la cirugía, la nueva ascética (a veces convertida en anorexia o bulimia).
[1] Algunos cuentos de Isaac Asimos y varias películas producidas a partir de los mismos desarrollan esta problemática: YO ROBOT, EL HOMBRE BICENTEARIO.
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