• La filosofía no está para contemplar el mundo, para explicarlo metafísicamente o para transformarlo en un instrumento religioso de purificación y de paso: el mundo está destinado al estudio científico, al análisis y al conocimiento... porque cuanto más puede el hombre conocer el mundo, mas lo puede dominar.
• El pensamiento antiguo se dedicó a contemplar el mundo, el pensamiento medieval encontró en el mundo la presencia de un Dios creador y salvador, el pensamiento moderno intentó interpretar el mundo desde el punto de vista metafísico y con modelos matemáticos a priori, solamente el pensamiento contemporáneo (y positivo) ha arribado al verdadero conocimiento del mundo.
• El conocimiento del mundo depende de la capacidad que tiene el hombre de elegir el método y la ciencia para acceder a él. El error de la filosofía y del pensamiento del pasado es haber confiado demasiado en los mensajes religiosos y en las formulaciones metafísicas, en lugar de crear el instrumento de la ciencia y atenerse a sus leyes.
• Conocer el mundo significa descubrir y formular sus leyes... y significa poder y dominio: el hombre está en el mundo para operar sobre él, para transformarlo a su medida, para construir el mundo humano. El hombre es hombre en la medida en que transforma – a través de la ciencia – al mundo en un mundo para el hombre.
• El mundo es el ámbito del hombre en sociedad. Mas allá del individuo, el espíritu positivo quiere salvar a la sociedad, el encuentro de los hombres que forman un cuerpo común. En este sentido la sociología (la ciencia suprema) en la ciencia guía de las demás ciencias.
• Orden y progreso: el secreto del dominio de la realidad, del espíritu positivo y de la conquista del mundo es el orden científico... y la confianza en el progreso indefinido del conocimiento y del esfuerzo humano. Los pueblos de finales de siglo, bajo las influencias del espíritu positivo, entendieron que solamente con este criterio podían modernizar y civilizar el ámbito natural (territorio) y el ámbito social (moralización de la población). A las fuentes de crecimiento natural se le sumaba el esfuerzo de una revolución industrial que avanzaba sin pausa sobre los recursos naturales (que se consideraban ilimitados) y el convencimiento de que la sociedad debía encontrar los medios para transformarse en un instrumento de civilización, orden y progreso. El positivismo fue el pensamiento (ideología) que acompañó los procesos de organización de los estados modernos.
• Definitivamente el espíritu positivo se instala en el pensamiento, y Dios, la religión y las ideas fundamentales de la filosofía son eliminadas como instrumentos para ver, conocer e interpretar la realidad. Los ideales del siglo de las luces se transforman en una fuerza operativa y efectiva: finalmente el hombre ejerce el rol de re rey de la creación, un rey que está dispuesto a gobernar ejerciendo plenamente el poder.
• El pensamiento antiguo se dedicó a contemplar el mundo, el pensamiento medieval encontró en el mundo la presencia de un Dios creador y salvador, el pensamiento moderno intentó interpretar el mundo desde el punto de vista metafísico y con modelos matemáticos a priori, solamente el pensamiento contemporáneo (y positivo) ha arribado al verdadero conocimiento del mundo.
• El conocimiento del mundo depende de la capacidad que tiene el hombre de elegir el método y la ciencia para acceder a él. El error de la filosofía y del pensamiento del pasado es haber confiado demasiado en los mensajes religiosos y en las formulaciones metafísicas, en lugar de crear el instrumento de la ciencia y atenerse a sus leyes.
• Conocer el mundo significa descubrir y formular sus leyes... y significa poder y dominio: el hombre está en el mundo para operar sobre él, para transformarlo a su medida, para construir el mundo humano. El hombre es hombre en la medida en que transforma – a través de la ciencia – al mundo en un mundo para el hombre.
• El mundo es el ámbito del hombre en sociedad. Mas allá del individuo, el espíritu positivo quiere salvar a la sociedad, el encuentro de los hombres que forman un cuerpo común. En este sentido la sociología (la ciencia suprema) en la ciencia guía de las demás ciencias.
• Orden y progreso: el secreto del dominio de la realidad, del espíritu positivo y de la conquista del mundo es el orden científico... y la confianza en el progreso indefinido del conocimiento y del esfuerzo humano. Los pueblos de finales de siglo, bajo las influencias del espíritu positivo, entendieron que solamente con este criterio podían modernizar y civilizar el ámbito natural (territorio) y el ámbito social (moralización de la población). A las fuentes de crecimiento natural se le sumaba el esfuerzo de una revolución industrial que avanzaba sin pausa sobre los recursos naturales (que se consideraban ilimitados) y el convencimiento de que la sociedad debía encontrar los medios para transformarse en un instrumento de civilización, orden y progreso. El positivismo fue el pensamiento (ideología) que acompañó los procesos de organización de los estados modernos.
• Definitivamente el espíritu positivo se instala en el pensamiento, y Dios, la religión y las ideas fundamentales de la filosofía son eliminadas como instrumentos para ver, conocer e interpretar la realidad. Los ideales del siglo de las luces se transforman en una fuerza operativa y efectiva: finalmente el hombre ejerce el rol de re rey de la creación, un rey que está dispuesto a gobernar ejerciendo plenamente el poder.
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