Digna de un archivo negro del sadismo, una cascada de nuevas imágenes de torturas, que incluyen vejaciones sexuales en cárceles de Irak y Afganistán, amenaza con enviar a decenas de altos jefes militares a la corte marcial y con procesar al ex presidente George Bush y a su vice, Dick Cheney, desde 2002 el adalid del "set alternativo de procedimientos" para el interrogatorio de terroristas, de uso sistemático en la contrainteligencia desde el ataque del 9/11 hasta 2006. Si bien Barack Obama había prometido a
Más allá de sus consecuencias judiciales, las nuevas pruebas de vejaciones sacuden la conciencia y hacen pensar en un giro significativo, un antes y un después de Abu Ghraib, pero no porque incorporen métodos innovadores en el infame campo de la tortura. El umbral en cuestión es de otra naturaleza. Al repasar las fotos ya conocidas, se tiene la impresión de que distintos tabúes culturales han sido franqueados. Primero, ponen en evidencia hasta qué punto la industria audiovisual presta sus fórmulas y prácticas a la dominación del enemigo (me refiero al advenimiento de la fotografía electrónica sin soporte de papel, me refiero al lenguaje de la pornografía, a las diferencias culturales en términos de derechos civiles, que para un prisionero musulmán agravan el sadismo cuando lo ejerce una mujer, se trata incluso de un umbral en la historia del feminismo).
Muchas de las nuevas fotos, inaccesibles para las agencias pero que la semana pasada divulgó un canal de TV australiano, se agregan al expediente de doce CDs con cerca de 2.000 fotos privadas, tomadas entre octubre y diciembre de 2003 en la cárcel de Abu Ghraib, en Irak. Se trata de un verdadero estudio fotográfico sobre el sumergido mundo de la tortura física y moral de enemigos. Trascendió que el nuevo archivo contiene tomas de un soldado norteamericano en el intento de violar a una prisionera, obligada a mostrar sus pechos. Hasta ahora no se habían visto prisioneras entre los trofeos fotográficos de Abu Ghraib, aunque es sabido que en sus meses de mayor hacinamiento, cuando la colonia albergó a miles de presos, muchos de ellos no registrados ("unlogged", chupados en nuestra jerga), se contaban mujeres y hasta menores. De acuerdo con el informe del general Antonio Tabuga para una comisión especial sobre maltrato en las cárceles de Irak, de
No hay comentarios.:
Publicar un comentario