domingo, octubre 28, 2007

026. EPISTEMOLOGIA E IMPOSIBILIDADES

"En pocas palabras, lo que los teoremas de Gödel afirman, en términos generales, es que el conocimiento racional nunca podrá penetrar hasta el final y llegar a la verdad última del universo. Esta limitación va más allá del ser humano y habla de cualquier sistema finito de conocimientos, cualquier ser creado por un ser biológico, electrónico o de cualquier otro tipo, aunque no lo podamos imaginar.Esta limitación fue causa de infinita angustia para matemáticos, científicos y filósofos, pero, paradójicamente, la comprensión y aceptación de los teoremas de Gödel es también una liberación.
¿Y por qué?: porque la comprensión de la naturaleza laberíntica que nos aprisiona nos otorga la libertad. ¡Ay, los laberintos! Así que Gödel, pesadilla de matemáticos, contables, científicos lo que hace es colocar al ser humano en el Universo en su justa medida: una mínima mota de polvo cósmico dentro de una pequeña roca estelar en la enorme cola de un cometa infinito e impredecible. Aleluya. No hace mas que repetir a otro grande del siglo XVII: Blas Pascal: Somos frágiles cañas pensantes...
Bajémonos de la moto que hay cosas que no se pueden demostrar, predecir ni calcular. Amén.Y gracias a esa impredecibilidad esta pequeña piedra que gira en un rincón del Universo sigue dando vueltas al Sol y los microbios que vivimos en ella podemos disfrutar de la belleza de las noches estrelladas, por alguna razón extraña que afortunadamente nadie puede explicar ni falta que hace." (el cierre de colegas que desde la matemática se asomaron a la filosofia... y disfrutaron)

jueves, octubre 25, 2007

025. METODOLOGIA DE ANALISIS + PROPUESTA

Se propone una metodología de análisis de los temas o problemas relacionados con el mundo en que vivimos para superar el espontáneo y descontrolado intercambio de opiniones…

(01) Diversas estrategias para la “lectura” del texto, del comentario, de la película, del programa, de las entrevistas.

(02) Determinar la estructura del discurso: demostrativo, argumentativo, expositivo, de ensayo o comentario.

(03) Descubrir y hacer explícito lo dicho y lo sugerido, lo no enunciado pero supuesto u oculto.

(04) Presentar los interrogantes que despierta: léxico, expresiones, ideas, interpretaciones.

(05) Revisión crítica de los discursos. Coherencia. Cohesión. Falacias, sofismas, contradicciones.

(06) Encuadre filosófico del problema. Sugerencias para un recorrido simple por la historia de la filosofía.

(07) Dudas e interrogantes que explícita o implícitamente se plantean

(08) Debate en torno a los planteos: más allá de la mera opinión (argumentar, demostrar, contraponer)

(09) Panel para organizar la exposición y el debate de cada una de las posición.


(10) Elaboración de Protocolos: informe personal sobre lo trabajado en cada encuentro.

(11) Búsqueda de material adicional.

(12) Elaboración de documentos y comunicaciones (blog, revistas especializadas, sitios virtuales)

NORO JORGE EDUARDO

024. TREINTA CUESTIONES PARA DEBATIR

01.“GUERRAS NECESARIAS”
02. “EL HAMBRE MAS URGENTE”
03. “BUENOS NEGOCIOS”
04. “UNA BUENA MUERTE”
05. “MUERTES INJUSTAS”
06. “OBEDIENCIA DEBIDA”
07. “¿VALE LA PENA NACER ASI?”
08. “¿VIRTUAL O REAL?”
09. “NO ES MORAL, PERO ES LEGAL”
10. “REALIDAD CONFUSA E INAPRESABLE”
11. “LA CIENCIA SOBRE TODO”
12. “¡PENA DE MUERTE!”
13. “UNOS, TANTO; OTROS, TAN POCO”
14. “PROGRESO, DESIGUALDAD, EXCLUIDOS”
15. “GANAR A CUALQUIER PRECIO”
16. ¿QUÉ ES LO QUE REALMENTE SUCEDIÓ?
17. “BUENOS FINES JUSTIFICAN LOS MEDIOS”
18. “LOS MAS FUERTES SIEMPRE GANAN”
19. “¿RELIGIÓN O ALINEACIÓN?”
20. “¿VENGANZA O PERDÓN? “

21. “SABER ES PODER “
22. “¿HAY UN LIMITE PARA EL ARTE?”
23. “¿ES REAL O ES UN SUEÑO? “
24. “MORIR ANTES QUE SUFRIR”
25. “LA JUSTICIA NO EXISTE”
26. “NO ES UNO DE NOSOTROS”
27. "MATAR O MORIR”
28. “JUSTICIA POPULAR”
29. “TANTO TIENES TANTO VALES”
30. “¿DÓNDE ESTÁ LA FELICIDAD?”

NORO JORGE EDUARDO
norojorge@gmail.com

miércoles, octubre 24, 2007

O23. LA FILOSOFIA EN LAS CUESTIONES DE NUESTRO MUNDO

01. La voz de la filosofía y de los filósofos: re-definiendo la función de los filósofos en nuestros días. Visión académica y visión instrumental de la filosofía. La palabra de los filósofos de nuestros días. Las nuevas obras: los clásicos de la filosofía del siglo XX y siglo XXI. Nuevos “lugares” de la filosofia.

02. Problemas éticos: vigencia de los discursos clásicos y nuevas formulaciones. Sociedad, política, discursos justificatorios, resoluciones en el plano jurídico y de la justicia.

03. Problemas antropológicos: los desafíos de una nuevo tipo de hombre. Cambios e innovaciones en el plano de la corporalidad, las visiones y versiones del espíritu, la sexualidad, la vida, la muerte, la supervivencia. Amores y relaciones líquidos. Romper con los límites de la existencia humana.

04. Problemas gnoseológicos: ¿podemos conocer la realidad? Conflictos de interpretaciones y construcciones subjetivas de la realidad. Ser y aparecer. Debates en torno a la verdad.

05. Problemas metafisicos: ¿qué es lo real? La realidad como construcción. El ser que se diluye y el ser que subsiste. Realidad y virtualidad, Construcciones digitales. Modernidad líquida.

06. Problemas de bioética: planteos, límites y desafíos. Eugenesia, Eutanasia. El dolor, la enfermedad y la muerte. Reproducción asistida. Clonación.

07. Problemas de filosofía política: los interrogantes de la sociedad actual. Los juegos del poder. Fidelidad, ideología, traiciones, contradicciones. La fuerza de los discursos.

08. Filosofía y sociedad: transformaciones sociales. Nuevas hegemonías. Agrupamientos sociales y clases sociales. Conflictos, globalización, inseguridad.

09. Cuestiones lógicas y argumentación. Análisis de discursos de diversa procedencia: políticos, mediáticos, religiosos, sociales, educativos. Ideologías manifiestas, ideologías ocultas.

10. Problemas religiosos: nuevos formatos religiosos y el Dios de nuestros días. Neuroteología. Muerte de Dios. Iglesias. Secularización, desacralización, profanación. El despertar de las religiones. Ateismo, agnosticismo, fanatismo religioso.

11. Problemas epistemológicos: fundamentos y problemas de las ciencias. Construcción de la realidad. Conocimiento del mundo. Desplazamientos epistemológicos. Configuración de las disciplinas y configuración de lo real.

12. Problemas cosmológicos: los límites y la expansión del conocimiento del cosmos. Origen de lo real. El problema del tiempo. Diversas versiones de las teorías vigentes. Compatibilidad con los discursos religiosos.
NORO JORGE EDUARDO

022. FILOSOFIA CONTEMPORANEA

A partir de la muerte de Hegel y frente al grandiosidad de su sistema, la filosofía debe resolver sus pasos y se abre en varias direcciones: (1) toma conocimiento de la fragilidad y finitud del ser humano y pone en marcha la filosofía de la existencia; (2) se hace eco de la situación social de los más indigentes y denuncia la alienación producida por los sistemas económico y políticos del capitalismo; (3) desconfía de la especulación metafísica y se vuelve un programa casi científico de dominio de la realidad a través del positivismo; (4) quiere romper con las grandes tradiciones occidentales y proclamar el fin de Dios, de la moral y de la civilización; (5) explora el subconciente y todos los secretos de la psique humana.
En el siglo XX tuvo alto impacto la filosofia existencialista porque se hizo cargo del análisis de las situaciones específica del ser humano, azotado por todos los conflictos sociales y bélicos.
Por otra parte, al calor de las ciencias positivas, una fuerte tendencia trabajó en un tipo de filosofía fuertemente formalizada a través del análisis del lenguaje y la lógica matemática para lograr un pensamiento estricto, confiable y riguroso.
Subsiste a lo largo de todo este tiempo un pensamiento crítico y militante que interpreta que el pensamiento debe ayudar a transformar la realidad para construir un mundo mas equitativo y mas humano.
Finalmente - sobre el final del siglo – aparece una corriente de pensamiento que interpreta que la modernidad y su proyecto han muerto definitivamente y que se debe instalar un nuevo tipo de pensamiento, la filosofia postmoderna, caracterizada por otros temas y otras problemáticas y, sobre todo, preocupada por reflejar lo que efectivamente viven las sociedades y los sujetos al concluir el siglo.
Aunque la filosofia es universal, el pensamiento también responde a los caracteres y situaciones de los autores y a las geografías de las producciones.

021. FILOSOFIA DE HOY, FILOSOFIA NECESARIA

En un mundo signado por la complejidad y la incertidumbre, mundo inapresable y multívoco, insobornable a la hora de la demarcación y clasificación, borroso en sus manifestaciones y delimitaciones, la filosofía no puede -- simplemente -- respetar dogmáticamente y prolongar la tradición occidental. La filosofía fue la responsable directa de la construcción del mundo moderno. Fue la condición de posibilidad de su estructuración, fue su fiel intérprete, fue la vocera oficial de sus logros y de sus posibilidades, anunciando paso a paso el ser y el quehacer de una época segura y omnipotente, obsesionada por el progreso indefinido del hombre y de la humanidad. En la modernidad se concentraron los logros de la filosofía precedente y en la modernidad la filosofía sistematizó las estrategias de abordaje a un mundo que merecía ser conocido y contemplado, ordenado y legislado, anticipado y recreado. Las ciencias fueron la prolongación de ese pensar filosófico y, en un juego dialéctico, fueron las mismas ciencias las que fortalecieron a la filosofía, en momentos de orfandad e indefinición epistemológica. Filosofía y ciencia construyeron un curioso y atrayente matrimonio, de cuya fecundidad procreativa fue resultado el mundo moderno en sus más diversas manifestaciones.

La contemporaneidad -- y sus fluctuantes y variadas denominaciones -- ha debido afrontar el conocido quiebre de la modernidad. Al pensamiento sistemático y lineal se ha sobrevenido la complejidad y multilateralidad de las visiones y de las versiones; a la vigencia de la verdad y de la certeza gnoseológica o la univocidad de los discursos morales, le han sucedido las perspectivas múltiples y las legítimas variables de accesos a los acontecimientos y a sus valoraciones. Al delimitado entramado de acciones y saberes, construido sobre la certeza de la necesaria co-relación entre realidad-verdad-discurso le ha sobrevenido la imprecisión, las estrategias de acercamiento, la legitimación de la provisoriedad y la duda... y a la concepción de las ciencias como un absoluto cierto, preciso, demarcado, le ha soprendido la situación de incertidumbre que algunos autores -- del ámbito de las ciencias duras -- se han atrevido a definir con principios que hubieran horrorizado a la modernidad :

Frente a las demandas expresadas, la filosofía no puede defender los sueños trasnochados de la tradición de otros tiempos. Sin embargo, respetando un pasado que ha sabido construirse, paso a paso, utilizando los materiales de las filosofías precedentes, deberíamos recuperar los insumos con los que habrá de construirse el nuevo edificio. Así, una nueva actitud filosófica debería rescatar:

1º. En primer lugar, el respeto y el cuidado por los instrumentos del pensamiento y del filosofar, a los que necesariamente se accede con un esfuerzo paciente y prolongado.

2º. En segundo término, la apertura -- el oído atento -- a las demandas de la realidad, las melodías de la vida y las exigencias de la praxis, dejando que se entrometan, con cierta impertinencia, en nuestras clases, en nuestras exposiciones, en nuestros exámenes, en nuestras reflexiones y en el desarrollo sistemático de las ideas.

3º. También una filosofía siempre menesterosa de volverse sobre el mundo no sólo para contemplarlo o para ensamblar críticamente lo que se ha dicho, sino para operar creativamente sobre él, arriesgando las verdades absolutas, poniendo a prueba los instrumentos y sabiendo que -- frecuentemente -- habrá que regresar para esterilizarlos y evitar eventuales contagios o infecciones.

4º. Además, una filosofía necesitada de pronunciar su palabra, emitir mensajes, construir códigos y signos para ayudarnos a comprender el mundo de hoy, con algunas estrategias de supervivencias para poder subsistir en él, en temas tales como la verdad, el bien, el obrar, la responsabilidad personal y solidaria, etc.

5º. Una filosofía protagonista y arriesgada en el mundo que nos rodea, con capacidad y posibilidad de equivocarse, sin avergonzarse y claudicar; de acertar, sin volverse dogmática.

6º. Finalmente, una filosofía que imagine e construya desde el mundo presente, el mundo futuro: que hable proféticamente para un presente embarazado de futuros. Una filosofía en tensión dialéctica: históricamente fiel a un pasado común y prospectivamente abierta a un modelo que anticipa el porvenir

Hablamos de una filosofía que se construye en los centros del poder hegemónico... pero sobre todo una filosofía sostenida por las prácticas de los filósofos que comparten nuestro tiempo y las desventuras de nuestro espacio, de los profesores de filosofía, de los grupos de reflexión, de los estudiantes que transitan diversos niveles de aprendizaje y que van accediendo al uso del tesoro que, además de cuidar celosamente, deberán disfrutar y multiplicar. (NORO JORGE, 2005: 286)

020. SOPORTES DEL PENSAMIENTO

El amigo Ernesto con el que compartimos muchas discusiones para arribar a numerosas coincidencias (exceptuada su admitación incondicional por Platero y yo de Juan Ramón Jiménez) me acercó esta atrevida observación: una de las curiosas interpretaciones que se le dan al QUIJOTE de CERVANTES, escrito y publicado en los primeros años del siglo XVII, es la de representar una reacción en contra de la imprenta y de la proliferación de los libros, en un siglo en el que se producía naturalmente cambios en el control del poder cultural.
Es verdad que el QUIJOTE pierde la razón porque se la pasa leyendo libros de caballería “de claro en claro (día) y de turbio en turbio (noche)”, pero es posible que CERVANTES se hiciera eco de las quejas de una cultura que se comenzaba a construir sobre los libros, sobre la lectura, sobre las bibliotecas, sobre la posibilidad de “ensimismarse” leyendo.
A juicio de Cervantes - a caballo entre dos mundos y en el entrechocar de las olas - si la lectura se exageraba se podía caer en una especie de alienación, de construir un mundo alternativo al margen de los real. Si uno lee principalmente las primeras páginas del QUIJOTE, se queda con la denuncia de fondo y sustituye la lectura por las nuevas tecnologías, hoy QUIJOTE sería un usuario compulsivo de la computadora, de Internet, de las relaciones virtuales, de la televisión o de los medios, incapacitado de vivir el mundo real, ajeno a los libros y a la lectura (fuente necesaria de la cultura escolar). Todo cambia, los tiempos cambios y curiosamente nosotros suponemos que aquel dedicarse a los libros – que espantaba a los europeos del siglo XVII – representa el remedio ideal para tanta imagen que azota y enloquece a los Quijotes del siglo XXI...
NORO JORGE EDUARDO

019. BREVE CURSO DE FILOSOFIA

1.1. La Filosofia como experiencia y como construcción.
1.2. La filosofia y la humana capacidad de pensar.
1.3. Autores, temas y problemas de la filosofia.
1.4. La filosofia y el rigor del pensamiento.
1.5. Pensamiento lógico y pensamiento crítico.
1.6. La filosofia en nuestros días, la filosofia necesaria

PENSAMIENTO Y FILOSOFIA: OTROS TEXTOS

2.1. El origen de la filosofia y el pensamiento antiguo
2.2. El problema del mundo y del ser. filosofia y problemas
2.3. El obrar moral
2.4. La filosofia como saber fundante y universal.
2.5. Filosofia griega: grandes temas y los referentes esenciales

TEXTOS DE LA FILOSOFIA ANTIGUA

3.1. Caracteres de la filosofia medieval
3.2. problema de Dios en el contexto del pensamiento cristiano.
3.3. Filosofia medieval: DOS MOMENTOS
3.4. La articulación de la razón y la fe.
3.5. Filosofia, teología y religión.

TEXTOS DE LA FILOSOFIA MEDIEVAL

4.1. caracteres de la modernidad
4.2. Modernidad y el siglo de las luces
4.3. El hombre y el conocimiento. filosofia y ciencia
4.4. nombres de la razon. transformación de la realidad.
4.5. Nuevos fundamentos de la moral.
4.6. fe en el progreso, optimismo y secularizacion

TEXTOS DE LA FILOSOFIA MODERNA

5.1. Caracteres de la filosofia contemporánea
5.2. centralidad del tema antropológico.
5.3. Modernidad y postmodernidad.
5.4. Etica y axiología
5.5. Textos y contextos de nuestros días.

TEXTOS DE LA FILOSOFIA CONTEMPORÁNEA


NORO JORGE EDUARDO

lunes, octubre 22, 2007

018. MONJES EN EL MEDIOEVO

En la sistematización del conocimiento, en la transmisión , en la recopilación y el intercambio, los monjes convirtieron el trabajo en oración y se convirtieron en una verdadera "arca de Noé" para una cultura que parecían haber estallado en mil pedazos y haber naufragado bajo el diluvio de las invasiones y de la destrucción del imperio romano. Mas allá de las prácticas religiosas en trabajo de los monjes (ora et labora) se convirtió en una ascética manera de asegurarse la salvación y la eternidad, modelo que no fue ajeno al protestantismo industrioso de la modernidad (Max Weber)



017. ALGUNOS INTERROGANTES PARA ENCONTRAR LA FILOSOFIA

01. ¿Todos los hombres tienen desarrollada la capacidad de pensar?
02. ¿De qué se ocupa la filosofía? ¿Para qué sirve o no sirve para nada?
03. Los que no piensan, ¿no son más felices?
04. Si el nombre no aprende a pensar; ¿se subordina a lo que piensan los otros y se vuelve un esclavo?
05. ¿Qué es la verdad? ¿Cómo sabemos que algo es verdadero?
06. ¿Hay alguna relación entre la filosofía y la religión?
07. Dios, ¿existe? ¿Cómo puedo probar su existencia?
08. ¿Qué es más fácil de probar: el ser o la nada? ¿Por qué?
09. ¿Cómo se determina lo que está bien y lo que está mal?
10. ¿Qué es la vida y qué es la muerte?
11. ¿Cómo podemos definir al hombre? ¿Tiene sentido la existencia humana?
12. ¿Cuál es el origen de todo lo real, cómo surgió el mundo, el universo, la realidad?
13. Los filósofos, ¿puede creer en Dios o necesariamente son ateos?
14. ¿Hay alguna relación entre la filosofía y la política?
15. ¿Qué es el tiempo? ¿Existe el tiempo?
16. ¿Hay filósofos en la actualidad? Y si existen, ¿a qué se dedican los filósofos?
17. La filosofía, ¿es la misma en todo el mundo o depende de los diversos pueblos y culturas?
18. Obrar moralmente bien: ¿depende de la religión, de la filosofía o de las leyes?
19. La filosofía, ¿depende de lo que cada uno piensa o hay que estudiarla para poder pensar con fundamento?
20. Finalmente, ¿cómo se puede definir a la filosofía?


· NORO JORGE E. (2003), FILOSOFIA. HISTORIA, PROBLEMAS, VIDA. Editorial Didascalia. Rosario. 3ra. Ed.
· NORO JORGE E. (2005), PENSAR PARA EDUCAR. Editorial Didascalia. Rosario.
· DOCUMENTOS VIRTUALES:
www.instituto127.com.ar

viernes, octubre 19, 2007

016. MEDIOEVO




La filosofia del medioevo genera interesantes recorrido e interrogantes, sobre todo cuando el pensamiento logra despojarse de anteojeras y prejuicios y se interna por los laberintos de una razón que no renuncia a la búsqueda aun cuando acepta (voluntariamente o no) los límites impuesto por las diversas autoridades (situación a la que no es ajena el mismo pensamiento moderno). La representación de las SIETE ARTES LIBERALES pertenece a HERRAD VON LANSBERG (1180)

sábado, octubre 13, 2007

015. PENSADOR CRITICO IDEAL

El pensador crítico ideal es una persona habitualmente inquisitiva; bien informada, que confía en la razón; de mente abierta; flexible; justa cuando se trata de evaluar; honesta cuando confronta sus sesgos personales; prudente al emitir juicios; dispuesta a reconsiderar y si es necesario a retractarse; clara respecto a los problemas o las situaciones que requieren la emisión de un juicio; ordenada cuando se enfrenta a situaciones complejas; diligente en la búsqueda de información relevante; razonable en la selección de criterios; enfocada en preguntar, indagar, investigar; persistente en la búsqueda de resultados tan precisos como las circunstancias y el problema o la situación lo permitan. Sabe (1) formular problemas y preguntas fundamentales, con claridad y precisión; (2) reunir y evaluar información relevante utilizando ideas abstractas para interpretarla efectivamente; (3) llegar a conclusiones y a soluciones bien razonadas; (3) pensar, con mente abierta dentro de sistemas alternos de pensamiento; reconociendo y evaluando, según sea necesario, los supuestos, implicaciones y consecuencias prácticas de estos; (4) comunicarse efectivamente con otros para idear soluciones a problemas complejos.

014. PENSAMIENTO LOGICO Y PENSAMIENTO CRITICO

La filosofia occidental – a partir de los sofistas y especialmente con el aporte de Aristóteles – creció asociada a un tipo especial de organización del pensamiento, una forma específica de categorizar la realidad, de nombrarla y de organizar el lenguaje: la lógica. La filosofía y la lógica han crecido de la mano a lo largo de la historia del filosofar, tanto que estudiar una implicaba el estudio de la otra. El realidad la lógica no es privativa del pensamiento filosófico, sino de todo tipo de pensamiento, particularmente de aquellos saberes que trabajan con las estructuras del pensar. Por ejemplo, en las ciencias jurídicas, en el tratamiento de las leyes, en las acusaciones y defensa de los imputados hay un uso intensivo de la lógica y de sus estructuras demostrativas y argumentativas.

La lógica ha tenido varios recorridos: en la antigüedad, en la edad media y en la modernidad creció asociada a estructura de la lengua. La lógica y el discurso funcionaban juntos, hasta tal punto que el análisis de las estructuras gramaticales se denominaba “análisis lógico de la oración”, y había una co-relación entre concepto y sustantivos, oración y proposición, razonamiento y párrafos y discursos. Esta lógica clásica es la lógica que partiendo de los conceptos como unidad significativa (y cuya claridad y comprensión caracteriza el dominio del conocimiento), trabaja con las uniones de conceptos para constituir juicios o proposiciones y arriba a los diversos tipos de razonamientos. El razonamiento privilegiado es el deductivo y, en él, la inferencia mediata que reúne dos premisas y una conclusión: el silogismo. No se descartan otras formas de razonamientos como el inductivo, el analógico, el polisilogismo, etc, pero la unidad de análisis es el silogismo. Los errores deliberados o involuntarios con respecto al uso del razonamiento se transforman en falacias (equivocaciones) o sofismas (engaños). Las reglas del razonamiento – muy reelaboradas técnicamente y practicadas durante la edad media - son las que guían el procedimiento del buen pensar, de la argumentación adecuada, de la demostración perfecta.
Por su parte, a partir de fines del siglo XIX y en el siglo XX la lógica tiende a asociarse con la ciencia, especialmente las ciencias formales, duras, exactas para copiar de ellas el rigor de sus términos y la seguridad de sus conclusiones. Para ello debe desprenderse de la equivocidad de las palabras (que siempre tienen más de un significado) y convertir los términos en variables como las variables de la matemática (x, y z), utilizando signos de coordinación y subordinación tomados también de las ciencias exactas. Esta lógica tampoco es privativa de la filosofía sino que forma parte de los aprendizajes (teoría de conjuntos) y de la producción de las ciencias. Y el uso que de la misma ha intentado hacer la filosofía para asegurarse que las conclusiones a las que arriba tengan una conclusión cierta y confiable ha limitado las posibilidades de abordaje de los problemas que caracterizan al filosofar, ya que muchos de ellos se resisten a un tipo de formación como la deseada.
Al calor del avance del conocimiento han irrumpido otros tipos de lógicas, las que abandonas las lógicas bivalentes (verdadero / falso, A o B, tercero excluido) para incorporar las lógicas trivalentes (o del tercero incluido), lógicas polivalentes, lógicas difusas, la lógica de la incertidumbre que se atreve a jugar con territorios, problemas, formulaciones menos ciertos y seguros, mas borrosos, pero necesitados de abordaje, reflexión y respuestas.

Pero la filosofia además de lógica es crítica. Es decir que su pensamiento no sólo se estructura y se ordena sino que sale a la realidad a des-naturalizar lo ya dado, a discutir lo que todos afirman, a preguntarse “por qué las cosas son así y no pueden ser de otra manera”. La filosofía no siempre legitima lo que existe, sino que frecuentemente comienza con un proceso de destrucción, sospecha y duda. No es una posición pesimista y negativa: la crítica representa una situación del pensamiento que desea establecer las razones de todo, las condiciones de posibilidad de lo que decimos, tenemos o hacemos. Y en esa búsqueda acepta y aplaude lo positivo, y censura y condena lo negativo. Y lo hace para construir, proponer, poner en marcha una realidad mejor, superior. Cuando Descartes, Hume, Kant, Nietzche o Husserl critican la filosofia precedente y tratan de destruir sus argumentos, lo hacen para construir un edificio más sólido. Con los escombros de las ideas y la filosofía anterior edifican una nueva construcción: de la crítica nace la propuesta, de las observaciones sobre el pasado las certezas del presente. Por eso la filosofía es siempre crítica: crítica del obrar moral, crítica de la sociedad, crítica de las prácticas políticas, crítica del conocimiento, crítica de los recursos lógicos o argumentativos. Pero esa “presencia crítica” es una presencia saludable porque cuando se superan las observaciones, cuando se hace lugar a los reclamos, es posible que se logre construir una realidad mejor.

En este sentido, la filosofia y su estudio cumplen una función importante en los diversos entornos personales, institucionales, sociales: genera pensamiento, pensamiento asociado a rigurosidad (no mera opinión espontánea), fundamento y crítica. Quien trabaja, dirige, se relaciona puede ser mejor, porque el que piensa en estos términos es mejor: mejor persona, mejor amigo, mejor colega, mejor director, mejor agente. Pueden ser de utilidad palabras utilizadas en otros contextos que son aplicables a esta situación:

Los que piensan siempre buscan razones, y dan razones de lo que son, de sus ideas, de lo que hacen. Son críticos pero saben sumar a sus denuncias sus propuestas, y suman su responsabilidad y su trabajo para cambiar lo dado. Pensamiento que se pregunta el por qué de las cosas, de las indicaciones, de las costumbres, por qué son como son y por qué no pueden ser de otra manera. Sobre todo es un pensamiento atrevido, contagioso y compartido, y cuando son muchos los que piensan – en serio – no hace falta que alguien piense por todos… y hay menos riesgo de equivocarse. Sin embargo no creemos en la expresión de meras palabras, protestas o quejas, porque un pensamiento que no se sume a la acción es un juego de palabras, un discurso vacío. Desde el pensamiento los que piensan movilizan la realidad porque se asumen como responsable de ella.

Para tener un pensamiento crítico hay que pensar, hay que armar de pensamiento a los usuarios, a los agentes, a los funcionarios, a las instituciones y al sistema, despertar y alimentar la capacidad de pensar porque eso aseguraría respuestas creativas, críticas y racionales a las situaciones que se presentan; y en esta dirección es bueno recordar que los que están al frente de las organizaciones - con algún grado de autoridad y responsabilidad - no son los que piensan por todos, sino los que más piensan (que son cosas muy distintas) y tienen por eso mismo la capacidad de articular los conocimientos de todos, construyendo circuitos de consensos y acuerdos. Y pensamos cuando tenemos criterio, cuando manejamos el sentido común, cuando tenemos capacidad de análisis, cuando mediamos en situaciones de conflictos, cuando encontramos una salida o una solución más allá de lo ya sabido o establecido y, sobre todo, cuando sabemos dar razones de lo que comunicamos, ordenamos o controlamos. Pensamos cuando confiamos en los que piensan y no en quienes no lo hacen, porque los que piensan pueden sanamente oponerse a nuestro pensamiento, construir dialécticamente una síntesis mejor. Los que no piensan, tienen el sí fácil, pero empobrecen nuestra gestión porque anulan su propia libertad, autonomía, creatividad. Y en el marco de la calidad total se puede certificar el carácter de “bienpensante” (en el buen sentido del término) que todos deberíamos tener.
NORO JORGE EDUARDO
norojorge@gmail.com

viernes, octubre 12, 2007

013. FILOSOFIA Y RIGOR DEL PENSAMIENTO

Si bien la filosofía es una proyección del ejercicio del pensamiento y capaz de poner en marcha el pensamiento en torno a las más diversas cuestiones, la filosofía no es solamente un espontánea expresión de opiniones personales vertidas al calor del entusiasmo, las circunstancias o la compañía. El ejercicio del pensamiento es amplio y generoso, pero no todo lo que se piensa, se comparte y se discute puede ser considerado filosofía. En muchos casos se trata de opiniones, comentarios, ensayos, propuestas, ejercicios dialécticos, discusiones entre amigos.

Para que la filosofía sea considerada tal, el pensamiento debe asumir un rigor metódico, el rigor del pensamiento. Todo el mundo puede escribir versos, pero pocos son los poetas; muchos puede escribir historias, pero no todo se convierten en novelistas; es común que muchos filmen pero eso no los convierte en cineastas. De la misma manera, el ejercicio natural (y recomendable) del pensamiento no se convierte espontáneamente en filosofía.

El ejercicio de la filosofía requiere: manejo del vocabulario específico (campo semántico o sub-código propio de la disciplina), articulación rigurosa del pensamiento, coherencia discursiva, abordaje de los temas y problemas que son propios de la filosofia. Si bien es verdad que la filosofia es universal y se ocupa de la totalidad, no se hace cargo de lo que es tema y trabajo de las ciencias o de otros conocimientos. Aunque debe intentar llegar a todos con sus ideas y reflexiones no puede abandonar el rigor de sus producciones: el pensamiento siempre es un ejercicio trabajoso, articulado, progresivo, lento. Y necesita expresarse en un lenguaje técnico y variado, rico en palabras, correcto en la sintaxis y estructurado según el tipo de discurso que se elija (nexo y subordinaciones). Las buenas ideas son tales porque aportan (1) originalidad, (2) estructura argumentativa o demostrativa correcta y coherente, (3) fundamentación, (4) claridad (lo que es opuesto a confuso y no es sinónimo de sencillo), (5) apertura a nuevos interrogantes y al debate de otras ideas.

El conocimiento de los autores, de las obras, de la filosofía otorga un bagaje, un equipamiento intelectual que facilita la comprensión y el acceso a los textos filosóficos, y la producción y escritura del pensamiento. De la misma manera que quien lee mucha literatura comprende mejor a los poetas y escritores o el habituado al cine, maneja el código de la imagen y el sonido, el habituado a los textos filosóficos tiene mayores recursos para acceder a la filosofía. Como en otros muchos órdenes de la vida, los que más saben son los que mas capacidad de aprender tienen, porque son los que descubren el valor de las cosas nuevas que aparecen y tienen condiciones para incorporarlas a su archivo personal (cultura subjetiva).

Aunque la filosofía ha utilizado muchos formatos, los más comunes han sido dos: el argumentativo y en demostrativo. En el primero el filósofo tiende a presentar un discurso con el que pretende convencer al interlocutor. Sus argumentos pretenden desarmar los argumentos del adversario para poder imponer sus ideas. En el demostrativo – siguiendo un modelo racional que se asocia a la lógica de las ciencias exactas – el autor presenta una serie de ideas que se encadenan y se subordinan lógicamente entre sí para llegar a las conclusiones deseadas.
NORO JORGE EDUARDO

012. HISTORIA DEL PENSAMIENTO

FILOSOFIA ANTIGUA
Nace la filosofía como un salto cualitativo desde los relatos míticos sostenidos por la imaginación y la fe hacia las respuestas racionales que intentan determinar un primer principio (arjé) de todo lo real (agua, aire, apeirón, cuatro elementos, amor-odio, átomos, número, cambio, ser, ideas, forma)
El cosmos es el centro de referencia y de reflexión. En él encuentran lugar y orden todos los entes en una concepción cíclica del tiempo. Dios es el origen de la realidad, pero no es creador, sino quien sostiene, mueve, conforma, ordena el mundo (desde el caos original constituye el cosmos geocéntrico); no está separado totalmente del mundo, sino que forma parte de él. El hombre es parte del cosmos, un ente entre los entes, no hay un factor que lo distinga como un ente privilegiado.
En diversas etapas el pensamiento muestra el predominio de diversos temas: mítico-religiosos, cosmológico, ético, lógico, metafísico. El tema antropológico aparece asociado al problema ético, social y político, ya que hay una preocupación explícita por encontrar el mejor ordenamiento de la sociedad y de su gobierno.El paso de la filosofía helénica a la civilización romana determina un cambio de orientaciones y una progresiva adaptación a un nuevo tipo de sociedad y de cultura, en el marco de un imperio en expansión.
FILOSOFIA MEDIEVAL
El cristianismo irrumpe en el ámbito de la cultura greco-romana con una estructura innovadora en el pensamiento y con la propuesta de un mensaje de salvación. Aunque en sus inicios su propósito es sólo apologético o de defensa de las creencias, conmueve el estado de la filosofía antigua con nuevos interrogantes y respuestas.
Dios (creador y salvador) se convierte en el centro de toda la realidad: es el origen del mundo y es el origen del hombre. El hombre ha sido creado como un ser privilegiado para dominar al mundo y, usándolo rectamente, regresar a Dios, junto con toda la creación.
Se privilegia el papel de la fe, la libertad y la recta conducta del hombre (culpa y conversión) y se reconoce a Dios como referencia ontológica y moral. La religión es el sostén de los principios éticos.
La filosofía - por sus contenidos y por el ámbito de producción – se transforma en filosofía cristiana y la iglesia es quien marca el rumbo del pensamiento ya que en su seno florece la cultura occidental y, además, opera como una institución celosa de la ortodoxia.
Mientras la patrística constituye la especulación inicial acompañando la consolidación de los dogmas, la escolástica representa una producción filosófica más plena con la recuperación progresiva de las obras de los filósofos de la antigüedad.
Hay un reiterado intento de conciliar la fuerza de la razón y el poder de la fe. El dogma gobierna las ideas y marca los límites de la especulación; las cuestiones que no se ajustan al dogma son consideradas herejes. Hay aportes, además, de filósofos árabes y judíos.Predominan los temas metafísicos, teológicos y ético-morales. En menor grado: los gnoseológicos, cosmológicos y político.
NORO JORGE EDUARDO

011. CIUDADES MEDIEVALES

Hubiera sido interesante tener la posibilidad de vivir algún tiempo en alguna de estas ciudades medievales para poder conocer y re-conocer el pensamiento y el ritmo de un período de la historia complejo, múltiple, diverso, frecuentemente simplificado y bastardeado por diversas y antagónicas fuentes del pensamiento. Y ningún momento de la historia es simple, ni se deja apresar por arbitrarias categorías que fluyen de nuestra interior y van a la búsqueda de los hechos y los datos que le responden y les convienen.

lunes, octubre 08, 2007

010. IDENTIDAD CULTURAL, LENGUAJE, EDUCACION

01. El dinamismo propio de la cultura pide el soporte de una educación que contribuya a su sistemática transmisión. La educación se asocia a la transmisión por impregnación, lo natural con lo construido, lo asistemático con lo formal. No hay identidad cultural sin identidad educativa que se asocie para sostenerla y asegurarle continuidad.

02. Pero, ¿puede haber identidad cultural, si negociamos al mejor postor el modelo educación que asumimos? La educación parece ajena a las identidades culturales: el peso de las demandas globales ha desplazado el valor de las demandas regionales y las cosmovisiones identitarias. No es extraño entonces que representemos la contracara de los orígenes del sistema educativo: entonces, la educación operó como una constructora de identidad y nacionalidad; hoy la educación no hace más que aplicar fórmulas exitosas o vulgarizadas de otras latitudes. No nos ganamos un lugar en el mundo por ser lo que somos (conscientes de tales) sino que somos en la medida en que formamos parte de un mundo que proclama la homogeneidad y rechaza la heterogeneidad, la diversidad, la identidad.

03. La educación tironeada - acorde a su historia – aparece tironeada por dos vertientes: la fidelidad al tiempo (la época en que vivimos, el ritmo de la historia) o la fidelidad al espacio (el lugar en el que nacemos y el mundo que construimos).y sometida al eterno juegos de antinomias: tradición / innovación, tecnología / artesanía; regional / global; vecinos y ciudadanos / consumidores; nativos / migrantes; idioma nacional / lenguas universales; valores / modas; permanente / efímero; verdades / simulacros.

04. La identidad se construye también a partir de la designación, de las palabras. Y las prácticas educativas han quedado huérfanas de palabra, han renunciado al lenguaje. Sin palabras no hay mundo, no hay designación de entes, de cosas. Sin palabras no se pueden construir, modular, transmitir ideas. Y cuando no hay palabras emerge el grito, la redundancia, la violencia de los gestos, las frases hechas, las imposiciones. La ausencia de palabras construye asimetrías entre el que sabe hablar y el que no se sabe expresar, entre el que habla y el que solamente escucha, entre el que construye los discursos y el que los repite, entre el que manda porque sabe y el que sólo debe obedecer y callar porque no sabe. Hay un problema de cantidad (número de palabras), de calidad (pobreza de vocablos o sinonimia), de modulación, de escritura, de reconocimiento de código.

05. Particularmente el universo escolar se ha vuelto refractario a la palabra: no se reconoce, no escucha la palabra del otro (maestro, directivo, compañero, padres). Se desvaloriza la palabra del otro (porque no sabe, porque no se sabe expresar, porque repite lo mismo, porque no tiene autoridad, porque se mete en mi vida, porque me inoportuna). Pero se desvaloriza la propia palabra: no hablo, no escribo porque tengo miedo a equivocarme, saber expresarme, no tener ideas, generar burlas o rechazos. Las clases se vuelven monólogos autistas o multiplicación caótica de diálogos cruzados. Se ha perdido la capacidad de construir la polifonía de un discurso único con muchos hablantes habilitados: el maestro, el profesor, el director, la autoridad, los alumnos (cada uno de ellos, con sus caracteres y sus capacidades).

06. Sólo el ejercicio de la palabra libera (Freire), porque la palabra libera el interior. “Habla corazón, por en palabras tu dolor. Si no lo haces vas a estallar en mil pedazos” (Hamlet). El que habla se libera y libera sus ideas, sus proyectos, sus propuestas. Se constituye en sujeto en la medida en que su subjetividad puede hacerse objetiva: se muestra, se exhibe, se da a conocer (es lo que pienso, es lo que siento, es lo que quiero). Pero también se constituye en un ser social, porque la palabra es ínter subjetiva. Y se convierte en un ser político, porque el ciudadanos es el que sabe hablar, denunciar, demandar, pedir, criticar, proponer, elegir, controlar. Si se renuncia a la palabra se pierden todos estos registros. Por eso la historia de los pueblos permite reconocer tiempos en que las palabras están habilitadas para la construcción democrática de las identidades y tiempos en que las palabras están censuradas porque hay un discurso único y hegemónico que piensa y construye (o destruye) por todos.

07. En todo esto hay algo de la educación como civilización y contra la barbarie, propia del siglo de las luces y de los escritos de Sarmiento y Alberdi (salvados los criticables criterios de inclusión y de exclusión que formularon). Cuando alguien no se educa (porque no recibe educación, no aprovecha la que le brindan o recibe una pésima educación) pierde las posibilidades de ser él (sujeto), de ser con los otros (intersibjetividad, relaciones, sociedad) y de ser con todos (nación, ser político). Y cuando un docente no ejerce su rol como debe, priva a sus alumnos de estas tres funciones vitales, porque quien no logra esto no ejerce el rango de ser humano, más allá de que ontológicamente lo sea.

08. Educar en la palabra implica desencadenar procesos de lectura, de escritura, de escucha y de emisión de discursos: saber leer, escribir, escuchar y hablar. Son procedimientos acompañados de actitudes que se respaldas en conocimientos. Hablo porque quiero y porque sé. Escribo porque tengo cosas para decir y porque he aprendido a hacerlo.

09. Es necesario salir a la búsqueda de la palabra, del empalabramiento (DUCH) Palabras plenas de sentido, de significados, de referencias, de acepciones. Es necesario construir en cada sujeto diccionarios que operen desde el interior: recursos a la mano para reconocer y nombrar. El hombre se vuelve pastor del ser (HEIDEGGER) porque opera como “pastor de la palabra”, las cuida, las alimenta, sale a buscarlas cuando se pierde, las convierte en su rebaño simbólico.

10. ¿Qué palabra? ¿Qué lenguaje? Todas, todo: “nada de lo humano puede considerarse ajeno”. Pero esa universalidad dialoga con el sentido de la ubicación y el criterio. En cada momento, el lenguaje necesario, oportuno, efectivo. Para comunicarme, para demandar, para amar, para gritar, para rezar, para enseñar, para explicar, la informar, para defenderme, para convencer. El sentido de la oportunidad y la fuerza del lenguaje. No es sólo el lenguaje culto, pero tampoco es siempre la jerga socialmente desvalorizada. Esa es la tarea de la escuela: lograr en los alumnos el proceso subjetivo de clasificación y de ubicación de los vocablos y de las expresiones. Es Borges y es Soriano, es Cervantes y es Neruda, es Cortázar y el Fontanarrosa, es el lenguaje formal de los académicos y el informal y desenfadado de los momentos de diversión, el ceremonioso, acartonado y distante, y el confianzudo y cercano, el de los exámenes y el de los recreos, el refinado y el tosco. De lo que se trata es de encontrar para cada momento y lugar (situación de hablar) la palabra justa que facilita la comunicación sin desacreditar al hablante.

Ardua tarea le aguarda a la educación y a la escuela en los inicios de un siglo que debe procesar de manera vertiginosa demasiados cambios, en tiempos que amenazan con dejarnos huérfanos y abandonados en un mundo demasiado grande e inseguro.
NORO JORGE EDUARDO
FERIA DEL LIBRO

miércoles, octubre 03, 2007

009. HERACLITO, DOLINA Y EL REGRESO

No hay sueño más grande en la vida que el Sueño del Regreso. El mejor camino es el camino de vuelta, que es también el camino imposible. Los Hombres Sensibles de Flores, en sus nocturnas recorridas por las calles del barrio, planeaban volver.
Volver a cualquier parte. A la adolescencia, para reencontrarse con los amores viejos. A la infancia, para recobrar las bolitas perdidas. A la primera novia, para jurarle que no ha sido olvidada. A la escuela, para sentir ese olor a sudor y tiza que no se encuentra en ninguna otra parte.
Volver fue para ellos la aventura prohibida. Cada noche soñaban con patios queridos y cariños ausentes. Y cada mañana despertaban llorando desengañados y revolvían la cama para ver si algún pedazo de sueño se había quedado enganchado entre las cobijas. (…)
Desde luego, los Refutadores de Leyendas se burlaban de todo esto.
- ¡Saluden a los nuevos tiempos! -gritaban-. El mundo marcha hacia adelante.
La comparsa racionalista acusaba a los Hombres Sensibles de retrógrados y conservadores. Tal vez tenían algo de razon: Mandeb y sus amigos andaban siempre por los mismos lugares, contaban miles de veces las mismas anécdotas y se divertían robando nísperos siempre en la misma casa.
- Marchan ustedes a contramano de la historia -rugían los Refutadores. Y era cierto. Pero siempre es recomendable recorrer la vida a contramano, sobre todo si uno sospecha quien ha puesto las flechas del tránsito.

En los años dorados del barrio del Angel Gris, funcionaba en la calle Gavilán la agencia Todo para el Regreso. Esta empresa organizaba unos viajes y peregrinaciones cuyo atractivo principal estaba en la vuelta. Por cierto, solían elegir lugares horrorosos, con alojamientos míseros y comidas inmundas, precisamente para acrecentar el deseo de volver cuanto antes.
Pero el mayor éxito se obtuvo con el Servicio de Recuperación de Vecinos. La agencia se ocupaba de localizar y entrevistar a pobladores antiguos, alejados del barrio por las perversas mudanzas. Por un precio razonable se les ofrecía una fiesta callejera en su viejo vecindario, con la presencia de todos los personajes de la zona. El servicio incluía la entrega de un pergamino, palabras alusivas a cargo de empleados de la empresa y llegado el caso, indumentaria apropiada para que el vecino emigrante pudiera fingir opulencia si lo deseaba.
Existía -además- un plan superior que contemplaba la reinstalación lisa y llana del vecino perdido en su antigua residencia. Desde luego, los costos eran grandes y no resultaba sencillo vencer las dificultades que se presentaban: desalojo del nuevo ocupante de la finca, abolición de las eventuales reformas, rescate de los muebles originales y restauración del exacto grado de higiene en que acostumbraban vivir el cliente y su familia. (…)
En realidad, hay que confesar que durante todo el tiempo que funcionó el Servicio de Recuperación de Vecinos, solamente una vez se concretó el plan superior. Fue el famoso regreso de la familia del ingeniero Vaccari a su casa de la calle Bolivia (…) La historia no tuvo un final feliz. Leonor rechazó tercamente a Jorge Allen y se entreveró con un carnicero que venía a rondarla precisamente desde Bancalari. Allí mismo se fueron a vivir cuando se casaron, un año después. El resto de la familia Vaccari acabó mudándose más tarde a San Miguel, barrio del que no fueron rescatados jamás.

El ruso Salzman, legendario jugador de dados, también supo hacer un negocio parecido. Sin la intervención de la agencia, se decidió a comprar la casa de su infancia, ocupada desde hacia años por perfectos desconocidos. En semejante patriada, el ruso gastó la memorable ganancia de una noche gloriosa en el casino de Mar del Plata. Una vez instalado, comprendió que la inversión habia sido inútil.
- He recuperado mi casa -dijo-. Pero la infancia, no.
Catorce años después de haber egresado como bachiller, Manuel Mandeb volvió a inscribirse en el Colegio Nacional Nicolás Avellaneda. El polígrafo de Flores estaba entusiasmado con la ida y propuso a sus antiguos compañeros que hicieran lo mismo, para repetir la época más feliz de sus vidas. No tuvo mucha suerte: Avila, Capel, Carrasco, Cichoworsky, Donath, Frascarelli, Frezza... Por orden alfabético todos se fueron negando y presentando sólidos pretextos. El trabajo, la familia, la distancia, el dinero. De algún modo misterioso aquellos atorrantes habían contraído la responsabilidad. Manuel Mandeb no se achicó y comenzó las clases. Y el primer día trató de reproducir episodios divertidos que habían ocurrido antes, pero las cosas no eran iguales. Sus nuevos compañeros eran bastante chitrulos y se resistían a secundarlo en sus travesuras, no le llamaban El Turco sino El Abuelo. Para peor, algunos profesores creían recordarlo vagamente y no sabían si confundirlo con su hijo o con su padre. (…)
La agencia Todo para el Regreso se fundió por falta de clientes. En un último esfuerzo, sus dueños ofrecieron servicios économicos. Eran retornos fingidos, vueltas sin ida, reencuentros sin ausencia. El interesado podía simular su viaje al Africa. La empresa se encargaba del recibimiento, los abrazos y las lágrimas. El éxito fue nulo. Por esos días, Manuel Mandeb escribió su oscuro ensayo Nunca se Vuelve. Leamos algunos párrafos:
"No es posible regresar a ninguna parte. Los puntos de partida no se quedan quietos y a la vuelta ya no están. Para poder volver se necesita, por empezar, un punto de partida eterno e inmutable. Pero todo se mueve y no hay forma de detener el Universo. Créanme si les digo que nadie ha efectuado nunca jámas un verdadero regreso. El hombre que lo consiga cumplirá la hazaña más grande de la historia."

La idea de no bañarse dos veces en el mismo río no constituye ninguna novedad filosófica. Pero adviértase que Mandeb deseaba en verdad volver a bañarse. Esta fue su mayor obsesión y siempre lamento amargamente no poder remontar los tiempos.
Los Refutadores de Leyendas se alegran de la dinámica universal y esperan el futuro con impaciencia. Desean liberarse del pasado, romper las cadenas. Pero si esto encierra la idea de libertad, hay que reconocer que Manuel Mandeb fue mucho más lejos:
"¿Por qué no puede uno estar en varios lugares al mismo tiempo? ¿Qué es esto de no poder volver al pasado ni visitar el futuro? ¿Por qué no es posible extraer de las premisas de la razón las consecuencias que a uno se le antojen?
"Ah, la libertad...la libertad sin tiempo, ni espacio, ni lógica. La libertad de vivir todas las vidas, de estar en todas partes, de recorrer las edades. ¿Qué dicen a esto los libertarios sin frontera?"
Pero las cosas son como son. Esa es la pena de los Hombres Sensibles. La misma de los viajeros que no pueden volver atrás. Ellos no han nacido para viajar. Y sin embargo, ahí andan con la vida llena de extraños, ansiando la inmortalidad, solamente para poder regresar.Algunos tratan de no partir: amor...quédemonos aquí... Pero el que no parte también se queda solo.En Flores se suele contar la leyenda de Anton Raffo, quien según parece poseía el Secreto del Regreso. Mandeb y Jorge Allen llegaron a conocerlo. Es cierto que el hombre usaba en su conversación algunos giros inquietantes.
- Ya voy a arreglar eso cuando sea un poco más joven.
- He besado muchas veces a Mónica. Pero será mucho mejor cuando le dé el primer beso. - Ya estoy harto de nacer, caballeros.
Aquí cabe una modesta reflexión. Aún cuando fuera posible volver al pasado, nada sería igual. Todos los actos de nuestra vida repetidos minuciosamente, serían distintos al estar ocurriendo por segunda vez. Esta diferencia es sustancial. Llevaríamos con nosotros la carga de la experiencia anterior. Nos estaría negada la ansiedad y la esperanza. ¿Con qué entusiasmo apostaríamos a las cartas que ya sabemos perdedoras? Alguien dirá: sería preciso borrar la memoria y volver al pasado sin recordar que ya lo vivimos. Respuesta: ¿de qué sirve volver si uno no sabe que vuelve? Para el caso es posible pensar que ahora mismo estamos viviendo por segunda o quinta vez la misma vida.

Quien les escribe ha soñado muchas veces este episodio: Camino por la calle Urquiza, en Caseros. Soy como ahora, un grandulón melancólico. Pero descubro que no estoy en el presente sino en los primeros años de la década del 50. Llego ante la casa que lleva el número 68 y toco el timbre. Al rato sale a recibirme un nene mugriento y desconfiado. Soy yo mismo. Abrazo emocionado al chico. Desde adentro oigo la voz del abuelo que pregunta quién es.
El libro de aventuras del regreso sigue en blanco. Ni los Hombres Sensibles, ni los Pensadores del Eterno Retorno, ni muchos de nosotros - que a veces creemos volver- hemos podido dar un solo paso. Esto no nos impide ser dichosos algunas veces, a pesar de todo. Las personas decentes nos piden madurez y resignación. Quieren que olvidemos nuestras trágicas ensoñaciones. Pero nosotros no queremos olvidar. Y el que olvide, jamás, jamás podrá ser nuestro amigo. Ni siquiera cuando volvamos a encontrarnos otra vez y para siempre.

Refutación del regreso [1]
Alejandro Dolina.
[1] PABLO NERUDA en su muy conocido POEMA 20, aquel que que comienza con “Puedo escribir los versos mas tristes esta noche” y finaliza con “Aunque éste sea el último dolor que ella me causa/ y éstos sean los últimos versos que yo le escribo”, dice: “La misma noche que hace blanquear los mismos árboles /Nosotros, los de entonces, no somos los mismos”. No nos bañamos dos veces en el mismo río. Cuando regresamos ni nosotros ni el río son los mismos.

lunes, octubre 01, 2007

008. ECO, NOMBRE DE LA ROSA, UNIVERSALES

PRIMER DIA. PRIMA
“-Bienvenido, señor. No os asombréis si imagino quién sois, porque nos han avisado de vuestra visita. Yo sov Remigio da Varagine, el cillerero del monasterio. Si sois, como creo, fray Guillermo de Baskerville, habrá que avisar al Abad. ¡Tú -ordenó a uno del grupo-, sube a avisar que nuestro- visitante está por entrar en el recinto!
-Os lo agradezco, señor cillerero -respondió cordialmente mi maestro-, y aprecio aún más vuestra cortesía porque para saludarme habéis interrumpido la persecución. Pero no temáis, el caballo ha pasado por aquí y ha tomado el sendero de la derecha. No podrá ir muy lejos, porque, al llegar al estercolero tendrá que detenerse. Es demasiado inteligente para arrojarse por la pendiente...
-¿Cuándo lo habéis visto? -preguntó el cillerero.
-¿Verlo? No lo hemos visto, ¿verdad, Adso? -dijo Guillermo volviéndose hacia mi con expresión divertida-. Pero si buscáis a Brunello, el animal sólo puede estar donde yo os he dicho.
El cillerero vaciló. Miró a Guillermo, después al sendero, y, por último, preguntó:
-¿Brunello? ¿Cómo sabéis ... ?
-¡Vamos! -dijo Guillermo-. Es evidente que estáis buscando a Brunello, el caballo preferido del Abad, el mejor corcel de vuestra cuadra, pelo negro, cinco pies de alzada, cola elegante, cascos pequeños y redondos pero de galope bastante regular, cabeza pequeña, orejas finas, ojos grandes. Se ha ido por la derecha, os digo, y, en cualquier caso, apresuraos.
(…)
-Y ahora decidme -pregunté sin poderme contener-. ¿Cómo habéis podido saber?
-Mi querido Adso -dijo el maestro-, durante todo el viaje he estado enseñándote a reconocer las huellas por las que el mundo nos habla como por medio de un gran libro. Alain de Lille decía que omnis mundi creatura / quasi liber et pictura /nobis est in speculum, pensando en la inagotable reserva de símbolos por los que Dios, a través de sus criaturas, nos habla de la vida eterna. Pero el universo es aún más locuaz de lo que creía Alain, y no sólo habla de las cosas últimas (en cuyo caso siempre lo hace de un modo oscuro), sino también de las cercanas, y en esto es clarísimo. Me da casi vergüenza tener que repetirte lo que deberías saber. En la encrucijada, sobre la nieve aún fresca, estaban marcadas con mucha claridad las improntas de los cascos de un caballo, que apuntaban hacia el sendero situado a nuestra izquierda. Esos signos, separados por distancias bastante grandes y regulares, decían que los cascos eran pequeños y redondos, y el galope muy regular. De ahí deduje que se trataba de un caballo, y que su carrera no era desordenada como la de un animal desbocado. Allí donde los pinos formaban una especie de cobertizo natural, algunas ramas acababan de ser rotas, justo a cinco pies del suelo. Una de las matas de zarzamora, situada donde el animal debe de haber girado, meneando altivamente la hermosa cola, para tomar el sendero de su derecha, aún conservaba entre las espinas algunas crines largas y muy negras... Por último, no me dirás que no sabes que esa senda lleva al estercolero, porque al subir por la curva inferior hemos visto el chorro de detritos que caía a pico justo debajo del torreón oriental, ensuciando la nieve, y dada la disposición de la encrucijada, la senda sólo podía ir en aquella dirección.
-Sí -dije- , pero la cabeza pequeña, las orejas finas, los ojos grandes...
-No sé si los tiene, pero, sin duda, los monjes están persuadidos de que sí. Decía Isidoro de Sevilla que la belleza de un caballo exige «ut sit exiguum caput et siccum prope pelle ossibus adhaerente, aures breves et argutae, oculi magni, nares patulae, erecta cervix, coma densa et cauda, ungularum soliditate fixa rotunditas«. Si el caballo cuyo paso he adivinado no hubiese sido realmente el mejor de la cuadra, no podrías explicar por qué no sólo han corrido los mozos tras él, sino también el propio cillerero. Y un monje que considera excelente a un caballo sólo puede verlo, al margen de las formas naturales, tal como se lo han descrito las auctoritates, sobre todo si -y aquí me dirigió una sonrisa maliciosa-, se trata de un docto benedictino...
-Bueno -dije , pero, ¿por qué Brunello?
-¡Que el Espíritu Santo ponga un poco más de sal en tu cabezota, hijo mío! -exclamó el maestro-. ¿Qué otro nombre le habrías puesto si hasta el gran Buridán, que está a punto de ser rector en París, no encontró nombre más natural para referirse a un caballo hermoso?
Así era mi maestro. No sólo sabía leer en el gran libro de la naturaleza, sino también en el modo en que los monjes leían los libros de la escritura, y pensaban a través de ellos. Dotes éstas que, como veremos, habrían de serle bastante útiles en los días que siguieron. Además, su explicación me pareció al final tan obvia que la humillación por no haberla descubierto yo mismo quedó borrada por el orgullo de compartirla ahora con él, hasta el punto de que casi me felicité por mi agudeza. Tal es la fuerza de la verdad, que, como la bondad, se difunde por sí misma. Alabado sea el santo nombre de nuestro señor Jesucristo por esa hermosa revelación que entonces tuve.”
PRIMER DIA. TERCIA
“Aquel día no pude contenerme y volví a preguntarle sobre la historia del caballo.
-Sin embargo -dije-, cuando leisteis las huellas en la nieve y en las ramas aún no conocíais a Brunello. En cierto modo esas huellas nos hablaban de todos los caballos, o al menos de todos los caballos de aquella especie. ¿No deberíamos decir, entonces, que el libro de la naturaleza nos habla sólo por esencias, como enseñan muchos teólogos insignes?
-No exactamente, querido Adso -respondió el maestro-. Sin duda, aquel tipo de impronta me hablaba, si quieres, del caballo como verbum mentis, y me hubiese hablado de él en cualquier sitio donde la encontrara. Pero la impronta en aquel lugar y en aquel momento del día me decía que al menos uno de todos los caballos posibles había pasado por allí. De modo que me encontraba a mitad de camino entre la aprehensión del concepto de caballo y el conocimiento de un caballo individual. Y, de todas maneras, lo que conocía del caballo universal procedía de la huella, que era singular. Podría decir que en aquel momento estaba preso entre la singularidad de la huella y mi ignorancia, que adoptaba la forma bastante diáfana de una idea universal. Si ves algo de lejos, sin comprender de qué se trata, te contentarás con definirlo como un cuerpo extenso. Cuando estés un poco más cerca, lo definirás como un animal, aunque todavía no sepas si se trata de un caballo o de un asno. Si te sigues acercando, podrás decir que es un caballo, aunque aún no sepas si se trata de Brunello ó de Favello. Por último, sólo cuando estés a la distancia adecuada verás que es Brunello (o bien, ese caballo y no otro, cualquiera que sea el nombre que quieras darle). Este ser el conocimiento pleno, la intuición de lo singular. Así, hace una hora, yo estaba dispuesto a pensar en todos los caballos, pero no por la vastedad de mi intelecto, sino por la estrechez de mi intuición. Y el hambre de mi intelecto sólo pudo saciarse cuando vi al caballo individual que los monjes llevaban por el freno. Sólo entonces supe realmente que mi razonamiento previo me había llevado cerca de la verdad. De modo que las ideas, que antes había utilizado para imaginar un caballo que aún no había visto, eran puros signos, como eran signos de la idea de caballo las huellas sobre la nieve: cuando no poseemos las cosas, usamos signos y signos de signos.
Ya otras veces le había escuchado hablar con mucho escepticismo de las ideas universales y con gran respeto de las cosas individuales, e incluso, más tarde, llegué a pensar que aquella inclinación podía deberse tanto al hecho de que era británico como al de que era franciscano. Pero aquel día no me sentía con fuerzas para afrontar disputas teológicas. De modo que me acurruqué en el espacio que me habían concedido, me envolví en una manta y caí en un sueño profundo.”

ULTIMO FOLIO
“Sólo me queda callar. 0 quam salubre, quam iucundum et suave est sedere in solitudine et tacere et loqui cum Deo! Dentro de poco me reuniré con mi principio, y ya no creo que éste sea el Dios de gloria del que me hablaron los abades de mi orden, ni el de júbilo, como creían los franciscanos de aquella época, y quizá ni siquiera sea el Dios de piedad. Gott ist ein lautes Nichts, ihn rührt kein Nun noch Hier... Me internaré deprisa en ese desierto vastísimo, perfectamente llano e inconmensurable, donde el corazón piadoso sucumbe colmado de beatitud. Me hundiré en la tiniebla divina, en un silencio mudo y en una unión inefable, y en ese hundimiento se perderá toda igualdad y toda desigualdad, y en ese abismo mi espíritu se perderá a sí mismo, y ya no conocerá lo igual ni lo desigual, ni ninguna otra cosa: y se olvidarán todas las diferencias, estaré en el fundamento simple, en el desierto silencioso donde nunca ha existido la diversidad, en la intimidad donde nadie se encuentra en su propio sitio. Caeré en la divinidad silenciosa y deshabitada donde no hay obra ni imagen.
Hace frío en el scriptorium, me duele el pulgar. Dejo este texto, no sé para quién, este texto, que ya no sé de qué habla: stat rosa pristina nomine, nomina nuda tenemus.”

007. JONATHAN SWIFT Y EL NOMINALISMO

“Fuimos luego a la escuela de idiomas, donde tres profesores celebraban consulta sobre el modo de mejorar el de su país.
El primer proyecto consistía en hacer más corto el discurso, dejando a los polisílabos una sílaba nada más, y prescindiendo de verbos y participios; pues, en realidad, todas las cosas imaginables son nombres y nada más que nombres.
El otro proyecto era un plan para abolir por completo todas las palabras, cualesquiera que fuesen; y se defendía como una gran ventaja, tanto respecto de la salud como de la brevedad. Es evidente que cada palabra que hablamos supone, en cierto grado, una disminución de nuestros pulmones por corrosión, y, por lo tanto, contribuye a acortarnos la vida; en consecuencia, se ideó que, siendo las palabras simplemente los nombres de las cosas, sería más conveniente que cada persona llevase consigo todas aquellas cosas de que fuese necesario hablar en el asunto especial sobre que había de discurrir. Y este invento se hubiese implantado, ciertamente, con gran comodidad y ahorro de salud para los individuos, de no haber las mujeres, en consorcio con el vulgo y los ignorantes, amenazado con alzarse en rebelión si no se les dejaba en libertad de hablar con la lengua, al modo de sus antepasados; que a tales extremos llegó siempre el vulgo en su enemiga por la ciencia. Sin embargo, muchos de los más sabios y eruditos se adhirieron al nuevo método de expresarse por medio de cosas: lo que presenta como único inconveniente el de que cuando un hombre se ocupa en grandes y diversos asuntos se ve obligado, en proporción, a llevar a espaldas un gran talego de cosas, a menos que pueda pagar uno o dos robustos criados que le asistan. Yo he visto muchas veces a dos de estos sabios, casi abrumados por el peso de sus fardos, como van nuestros buhoneros, encontrarse en la calle, echar la carga a tierra, abrir los talegos y conversar durante una hora; y luego, meter los utensilios, ayudarse mutuamente a reasumir la carga y despedirse.
Mas para conversaciones cortas, un hombre puede llevar los necesarios utensilios en los bolsillos o debajo del brazo, y en su casa no puede faltarle lo que precise. Así, en la estancia donde se reúnen quienes practican este arte hay siempre a mano todas las cosas indispensables para alimentar este género artificial de conversaciones. Otra ventaja que se buscaba con este invento era que sirviese como idioma universal para todas las naciones civilizadas, cuyos muebles y útiles son, por regla general, iguales o tan parecidos, que puede comprenderse fácilmente cuál es su destino. Y de este modo los embajadores estarían en condiciones de tratar con príncipes o ministros de Estado extranjeros para quienes su lengua fuese por completo desconocida.”
VIAJES DE GULLIVER. TERCERA PARTE. CAP. 5º

006. AUTORES, TEMAS Y PROBLEMAS DE LA FILOSOFIA.

La filosofía no ofrece un discurso único: no está edificada dogmáticamente sobre respuestas consolidadas, no hay una sola palabra y, aunque busca la verdad, se construye sobre múltiples formulaciones de las verdades. Puede interpretarse como un defecto o una carencia. Comparado con el discurso de las ciencias, la filosofía está en desventaja. Ha formulado sus interrogantes desde los albores de las civilizaciones, ha aparecido históricamente en un momento dado., tiene una presencia temporal previa a la de muchas ciencias positivas y, sin embargo, no puede compararse con ellas en la construcción de las respuestas.

Es un lugar común afirmar que todas las respuestas filosóficas se nos ofrecen con los mismos derechos: cada una aspira a ser leída, consultada, interpretada como una aproximación (la más convincente, la más rigurosa, la más segura) a la verdad esperada. El esfuerzo parece ser vano porque sobre la pluralidad de respuestas se siguen construyendo nuevas filosofías, con la misma aspiración original que generó las primeras. A nadie se le ocurriría proponer como válidas las rudimentarias formulaciones de la medicina griega o las interpretaciones físicas o astronómicas de Aristóteles. La ciencia actual - la única vigente - funda su validez sobre los conocimientos antiguos debidamente consolidados, criticados y superados.

La autoconciencia histórica pone a la filosofía frente a esta multiplicidad de realizaciones. Algunos la han denominado "anarquía de los sistemas filosóficos" porque representa una fuente rica e inagotable, pero tan variada que puede conducir a la confusión, a la desorientación, a la vana sensación de estar ante una caleidoscópica sucesión de verdades y de doctrinas, sin poder hacer pie en ninguna.

Los filósofos no son hombres empecinados, empeñados en una tarea imposible, en muchos momentos ilusos o torpes en la búsqueda de una verdad escurridiza: representan una sucesión que encuentra su identidad en el tipo de verdad que caracteriza al filosofar. Por que no se trata de la misma verdad de las ciencias. Ni mejor ni peor; es un ámbito distinto, es otro tipo de verdad. No juega con la eficiencia de otros saberes, pero mide con otros parámetros su propia eficacia. Los contenidos del filosofar abundan en temas e ideas que no son objetos de una única visión o interpretación. Los grandes temas de la filosofía (el hombre, su existencia y destino, su constitución, el mundo y sus interrogantes, las relaciones que establecen con los otros hombres, su ser inmanente o trascendente, la búsqueda de un origen y un sentido primordial, etc.) no pueden tener respuestas únicas. En la sucesión de las respuestas y en la comprensión de las mismas cada uno -- desde su profesional o circunstancial acercamiento a la filosofía -- va encontrando, va "leyendo", va construyendo sus propias respuestas. Una mente abierta y un espíritu amplio permiten de-codificar los diversos mensajes que solamente se constituirán en mensajes efectivos en el receptor que somos. Aunque la filosofía no tenga -- como disciplina -- el propósito de convertirse en filosofía de vida, cada existencia humana se alimenta de algunos principios filosóficos que deben ser purificados y que pueden beberse de la fuente abundante del pensamiento.
La pluralidad de las filosofías (obras, autores, nombres, ideas, términos, razonamientos, sistemas) no es un defecto, sino una riqueza. En esto la filosofía no se asemeja a la ciencia (con la que comparte numerosos aspectos metodológicos y críticos), ni comparte criterios con la religión (que se sostiene en un sólido cuerpo dogmático), sino al arte y a la literatura (aun sabiendo que se trata de ámbitos inter-comunicados, pero formalmente diferentes). La filosofía se revela como un tesoro acumulativo, sistemático, transmisible: no está dado nunca de una vez por todas, sino que es perfectible y aumentable. Alcanzar de manera definitiva la verdad es una alarmante perspectiva para la filosofía que vive más bien de lo aproximativo y perfeccionable. Desde este punto de vista es preferible mantener abierta la posibilidad de adelantos y de mejoras...sin desesperarnos por encontrar respuestas monolíticas, indiscutibles o dogmáticas. Bien pudiera ser que entre el desánimo y el cansancio de esa búsqueda incesante descubramos el auténtico valor de un pensamiento que nunca renuncia a la búsqueda más profunda. Es desechar la paz de la fortaleza para encontrar el aire fresco de la libertad de un camino que se va construyendo al andar.
NORO JORGE EDUARDO

005. LA FILOSOFIA Y LA HUMANA CAPACIDAD DE PENSAR

Aunque todos los hombres nacen con la capacidad de pensar, el ejercicio del pensamiento depende de dos factores: uno es interno, subjetivo, y consiste en el desarrollo, en la puesta en acto de esa capacidad original, natural. Aunque todos nacemos con la posibilidad (potencia) necesitamos encontrar los medios que la pongan en funcionamiento (acto). En muchos casos, la capacidad de pensar parece inhibida, clausurada, negada. Y se observan procesos de involución (retrocesos hacia la barbarie o estado evolutivos previos) o animalización. La capacidad de pensar diferencia ontológicamente a los seres humanos de los demás entes, le imprime en sello diferenciador, lo jerarquiza con respecto al resto: el ser humano es el único ser que puede pensarse a sí mismo (reflexionar) y pensar el mundo que lo rodea (objetivar la realidad y no quedar sumergido en ella). Pero además, se requiere un factor externo, objetivo: que se habilite socialmente la capacidad, el derecho de pensar para que el mismo no sea privativo, exclusivo de una clase o de un grupo de individuos en una sociedad. De hecho, el siglo de las luces (siglo XVIII) – también denominado ilustración o siglo de la razón – es el siglo que descubre, defiende y proclama el derecho al pensamiento como un ejercicio propio de todo ser humano[1]. Más allá de la revolución burguesa de Francia, desde mediados de 1700 crece la convicción de que todo hombre por su carácter de tal tiene derecho a la “mayoría de edad” (Kant), al pensamiento autónomo… y que en materia de religión, de política, de moral cada uno podía resolver sus cuestiones según sus propias convicciones.

No es difícil comprobar – en nuestros días - que la realidad cotidiana nos impone la urgencia de lo inmediato, el indiscutible valor de las demandas personales y sociales, las insoslayables dificultades del diario vivir, las vigencias de opiniones ajenas e impersonales, la sobreabundancia de mensajes contradictorios, los gravísimos problemas que nos rodean. Esta suma de manifestaciones tienen una rara virtud: la de neutralizar nuestra capacidad de pensar, de anular el mundo de las ideas. Como obedeciendo a un primitivo reflejo condicionado respondemos a la acción con la re-acción, al golpe con otro golpe, a las fuerzas que presionan, con nuevas y renovadas muestras de fuerza. Entonces, el pensamiento se convierte en el gran ausente. Se anula la capacidad simbólica de representar la realidad y de generar respuestas alternativas, innovadoras, superadoras. Inmersos en el fragor de la lucha cotidiana el universo adulto se ve arrastrado por la inconsciencia.

Más acá y más allá de las dificultades y de los problemas existe un amplio campo de debate, discusiones, decisiones. Porque, definitivamente, es en el escenario de las ideas en el que se deciden las grandes y las pequeñas cosas. En las personas y en las sociedades hay elementos intangibles, inmateriales, simbólicos, meras construcciones del pensamiento que contribuyen a definir el perfil de mundo y de la sociedad que tenemos. En este nuestro mundo y en esta nuestra sociedad están emergiendo los problemas que nos rodean. Somos protagonistas del pensamiento que nosotros mismos generamos o somos receptores y fieles ejecutores del pensamiento ajeno. Cuando sólo nos limitamos a pensar lo que otros piensan, podremos reaccionar contra los efectos, lamentar las consecuencias, pero nunca seremos capaces de determinar (y eventualmente cambiar) las causas que los producen.

¿Qué es la filosofía? Entre las muchas aproximaciones podemos limitarnos a afirmar que solamente se trata de la disciplina que vela por la posibilidad del pensamiento, que instaura – en cada hombre interesado en dejarse atrapar por ella – el pensamiento y la razón, la reflexividad y la razonabilidad. Pero sobre todo no se agota en la posibilidad del mero ejercicio del pensamiento sino que lucha por lograr el pensamiento mejor La filosofía propone instaurarse en el campo de las ideas. Conocer, leer, interpretar la filosofía, hacerla y construirla, es optar por el más acá y el más allá de las circunstancias, involucrarse en el pensamiento, renunciar a la pretendida neutralidad. Podemos afirmar que eso que llamamos filosofía es hacernos cargo del campo del pensamiento y del sereno y reflexivo debate de las ideas en la búsqueda de la verdad.

Y ¿qué queremos decir con la palabra pensamiento? Algunos autores interesados en crear espacios educativos para el ejercicio del pensamiento han definido las siguientes estrategias que - sin ser exhaustivas - presentan un panorama completo del humano oficio de pensar:

Dar razones y distinguir las buenas de las malas – hacer preguntas – tener distinciones y conexiones – entender relaciones (parte/todo, medio/fin, causa/efecto) – usar analogías – entender y evaluar argumentos – identificar, justificar y cuestionar supuestos – construir explicaciones – clasificar y categorizar – formular y aplicar criterios – ser auto-crítico con el propio pensamiento – buscar evidencias y probabilidades – emitir juicios de valor y justificarlos – clarificar sentidos e interpretaciones de sentido – definir y analizar conceptos – saber definir(términos, situaciones, problemas) – generalizar adecuadamente a partir de casos y experiencias particulares – anticipar, predecir y explorar consecuencias – reconocer contradicciones – detectar sofismas y falacias – generar y comprobar hipótesis – detectar vaguedad y ambigüedades – ajustarse al tema tratado (ser relevante) – desarrollar disposiciones de coraje intelectual, humildad, capacidad de escucha del otro, aceptación de ideas ajenas, integridad, perseverancia, imparcialidad - aceptar la complejidad y la borrosidad del pensamiento(zonas grises entre el negro y el blanco) – tomar en cuenta perspectivas y puntos de vista alternativos
[2]

El pensamiento (como ejercicio de la facultad racional) es connatural al ser humano, pero su desarrollo – como sucede con el resto de las disposiciones personales – es resultado de las condiciones personales, del medio social, de la educación y del hábito. Hay un largo trabajo de aprendizaje para ser racionales... y para ejercer adecuadamente el pensamiento. El pensamiento no es un material asimilable al aislamiento y a la inacción. Pensar en soledad y construir las ideas en un clima de serenidad no son sinónimos de separación de la realidad, de renuncia al compromiso, de separación del campo de batalla. . Pensar y crear ideas deben ser caminos idóneos para la inserción creativa en la realidad. No siempre la filosofía (sus escritos, sus representantes, sus profesores, su historia) ha reflejado esta dialéctica inter-acción de niveles, pero sería injusto (e históricamente inexacto) afirmar, que ha filosofía ha sido una isla de fantasía, en la que el filósofo (en su castillo de cristal) ha podido tejer la telaraña fantasiosa de sus propias naderías...

Sócrates con su muerte, Platón con sus utopías políticas, Aristóteles en el corazón de los conflictos que dividieron las opiniones helénicas frente a las invasiones, G. Bruno en la hoguera de la modernidad, Spinoza con su propuesta de libertad de expresión, Leibniz y su activa vida como diplomático, Kant y sus claudicaciones frente al férreo poder del Estado Prusiano, Hegel y sus ideas de las sociedadad y de la historia, Marx y su versión de los conflictos claves de la sociedad, Sartre y sus alternantes compromisos políticos, Beltrand Russell y su presencia en el tribunal de los Derechos Humanos, Heidegger y su confusa presencia en la Alemania de 1930, son algunos ejemplos de esta línea de integración del pensamiento con la praxis, de las ideas y las acciones. Porque el verdadero pensamiento no se refugia en la construcción de un universo de entelequias, sino que se transforma en conductas – personales y sociales – reflexivas y razonables.

La búsqueda no debe extenderse demasiado para captar que en numerosos momentos de la historia, la filosofía ha definido desde sus fundamentos el rumbo mediato o inmediato de los acontecimientos. Anticipatoria del por-venir asumía una auténtica función profética, porque tenía el don de interpretar, de leer, de de-codificar los signos de los tiempos presentes para indicar la senda de los tiempos futuros. No solamente, anticipaba el porvenir, sino que contribuía a crearlo con el torbellino de sus ideas

En este aspecto, tal vez, la filosofía de nuestros días haya entrado en crisis, renunciando a su íntima vocación y desbordada por el arrollador avance de los acontecimientos y de la información no logre pronunciar palabras, Los cambios históricos han sido el resultado de producciones urgentes, sin requerimiento de pautas, rumbos, metas; sólo han funcionado algunos "operativos de salvamento." La situación actual se parece mucho a la desesperación de un náufrago, que en medio de la tempestad y del mar, destruida su embarcación y ajeno a cualquier costa cercana, necesita simplemente un salvavida, no un curso de meditación o de sistemas de seguridad.. Urgido por sobrevivir, difícilmente pueda plantearse qué hacer con su vida o con su embarcación. En lugar de teoría, exige praxis para poder enfrentar su desesperación y la situación que lo envuelve y lo rodea. El mar lo envuelve, lo amenaza y lo golpea. El sol y la noche juegan con sus posibilidades de subsistencias. Abrazado al salvavidas el naufrago (todos nosotros, la sociedad) quiere llegar a la orilla. Ya tendrá tiempo para replantear el viaje, la nave, la vida...

El naufragio no es una figura de ficción: es el reflejo de nuestra sociedad actual, de nosotros mismo. A nuestras puertas golpean demasiados problemas, exigiendo respuestas inmediatas, sin innecesarias dilaciones... No resulta sencillo rebatir esta urgencia de la acción porque tiene sus propios argumentos. Cabe preguntarse si es la única y definitiva alternativa; si -- cuando, como náufragos, hemos llegado a alguna de las playas a reponer nuestras fuerzas -- no podemos finalmente formularnos esas otras preguntas que no logramos ni imaginar en el fragor de la batalla por la subsistencia...

La filosofía deberá ocuparse de los fundamentos: de las causas, de la razón de ser de lo que acontece, de la totalidad de lo real. El fundamento mora en la raíz y oficia de sostén, da cuenta de su solidez o de su fragilidad, da razón de una preferencia, de una elección, de una realización, de una concepción, de una alternativa (preferible a muchas otras). A él se refieren los conceptos, los interrogantes, las ideas fundamentales para encontrar su justificación. Son los cimientos de un edificio del que podemos comprobar exteriormente sus paredes descascaradas, los rincones húmedos, las fisuras, pero del que - sabemos - debemos hurgar en las profundidades para certificar qué es lo que "está cediendo". La filosofía no ha hecho más que apropiarse (en el término fundamento) metafóricamente de una palabra que procede de la arquitectura y, a través de ella, apuntar a lo que da razón de su existencia o su razón de ser y a la proposición más general y más simple de la que se puede deducir todo un conjunto de conocimiento o de acciones consecuentes.

Hay multitud de ciencias y disciplinas particulares que se hacen cargo de diversas áreas del saber y del hacer (ciencia y tecnología). En ellas descansa la suma de los principios operativos y resolutivos. A la filosofía le compete el hacerse cargo de lo que ellas no abordan: no puede ni debe sustituir o mejorar lo que los restantes conocimiento dicen y hacen, no es mejor ni peor que ellos: es distinta. Se hace cargo de lo que precede a la reflexión científica y a la decisión técnico-estratégica. Ahonda las respuestas pero en otro plano que no la obliga a competir con las ciencias. En algún sentido, la filosofía – podemos afirmar – “sirve porque no sirve”. Corre el riesgo, sin embargo, de sentirse avanzando en un sentido opuesto al corriente, de estar como ocupándose de nada, de no hacer nada, de renunciar a la indiscutible utilidad de las ciencias y de los conocimientos aplicados. En esta decidida vocación por asumir un nivel de conocimiento propio (saber lo que las ciencias no quieren ni pueden saber) y de renunciar a toda inmediata utilidad descansa el fundamento y la labor de la filosofía.

Todas estas afirmaciones tienden a cuestionarnos. Por momentos pareciera que hemos tomado el camino equivocado. La filosofía tiene para muchos que no se dedican a ella un carácter operativo e instrumental, está para apuntalar aspectos determinados del hacer y del obrar. Al hablar en estos términos pareciera que damos vuelta en un laberinto sin que podamos ofrecer o encontrar alguna solución a la mano. Hasta puede acontecer (la filosofía es acontecimiento) que algún interrogante o alguna respuesta nos prive de la seguridad habitual. Tememos que con el afán del conocimiento se nos des-armen nuestras estructuras...y que nos encontremos con una íntima (u objetiva) impresión de ya no saber, de no saber lo suficiente, de tener demasiados interrogantes y pocas soluciones. Es el compromiso que asumimos, pero vale la pena afrontarlo: puede parecer que perdemos tiempo, pero es una inversión que fructificará generosamente.
NORO JORGE

[1] Es verdad que para el pensamiento europeo que proclamaba este poder omnímodo de la razón, el universo al que se refería se circunscribía casi exclusivamente a los mismos europeos, excluyendo a razas y pueblos que podían ofrecer una manera diferente de ser (negros, aborígenes, bárbaros).

[2] SPLITTER y SHARP, La otra educación. Filosofía para niños.