martes, abril 22, 2008

080. ¿QUE COSA ES EL AMOR?

“Pero allí donde el amado responde en el Amor, el amante, apenas está en el amado, vive. Aquí acontece una cosa maravillosa, cuando dos se aman mutuamente: él en éste, y éste en aquél vive. Ellos se corresponden de manera recíproca, y cada uno se entrega al otro, para recibir al otro. Y de qué modo ellos se entregan, se ve porque de sí se olvidan: mas no está tan claro cómo reciben al otro. Porque quien no se tiene a sí mismo, mucho menos puede poseer al otro. Antes bien, tanto el uno como el otro se tienen a sí mismos y al mismo tiempo al otro, porque este último se tiene a sí mismo, pero en aquél; en tanto que aquél se posee a sí mismo, pero en éste. Ciertamente mientras que yo te amo a ti, que me amas a mí, yo en ti, que piensas en mí, me hallo a mí mismo; y yo, por mí mismo despreciado, en ti que me cuidas me recupero. Y tú haces otro tanto conmigo.

Esto también me parece maravilloso: puesto que, desde el momento en que yo me perdí a mí mismo, si por ti me recupero, por ti me tengo a mí mismo. Si por ti yo me tengo a mí, yo te tengo a ti antes, y más que a mí; y estoy más próximo a ti que a mí. Ya que yo no me acerco a mí mismo por otro medio que no sea por ti.
En esto la virtud de Cupido difiere de la fuerza de Marte. Porque el imperio y el Amor son muy diferentes. El emperador posee a otro para sí mismo; y el amador por otro se recupera a sí mismo; y tanto el uno como el otro, ambos amantes se alejan de sí mismos, y al mismo tiempo cada uno de ellos se aproxima al otro; y muerto en sí mismo, en el otro resucita. Una tan sólo es la muerte en el Amor recíproco: las resurrecciones son dos, porque quien ama, muere una vez en sí, cuando se entrega; y resucita de inmediato en el amado, cuando el amado lo recibe con ardiente pensamiento; resucita de nuevo cuando en el amado finalmente se reconoce, y no duda ser amado.

¡Oh feliz muerte aquella, a la que siguen dos vidas! ¡Oh maravilloso trueque aquel, en el que el hombre se da a sí mismo por otro, y tiene a otro, y no se pierde a sí mismo! ¡Oh inestimable ganancia, cuando de tal manera dos llegan a ser uno solo, que cada uno de ambos, gracias al otro, se convierte en dos! y, como redoblado, aquel que tenía una vida, mediante una sola muerte ahora tiene dos vidas; puesto que aquel que, habiendo una vez muerto, resurge dos veces, sin duda por una vida adquiere dos vidas; y por su propio ser, dos seres.” (MARSILIO FICINO: SOBRE EL AMOR)
DICIENDO QUÉ COSA ES AMOR...
Es amor fuerça tan fuerte
que fuerça toda razón;
una fuerça de tal suerte,
que todo seso convierte
en su fuerza y afición.
Una porfía forçosa
que no se puede vencer,
cuya fuerza porfiosa
hacemos más poderosa
queriéndonos defender.

Es placer en c'hay dolores,
dolores en c'hay alegría,
un pesar en c'hay dulzores,
un esfuerzo en c'hay temores,
temor en c'hay osadía.
Un plazer en c'hay enojos,
una gloria en c'hy pasión,
una fe en c'hay antojos,
fuerza que hacen los ojos
al seso y al coraçón.

Es una catividad,
sin parescer las prisiones,
un robo de libertad,
un forzar de voluntad
donde no valen razones.
Una sospecha celosa
causada por el querer,
una rabia deseosa
que no sabe qu'es la cosa
que desea tanto ver.

Es un modo de locura
con las mudanzas que hace:
una vez pone tristura,
otra vez causa folgura,
como lo quiere y lo plaze.
Un deseo que al ausente
trabaja, pena y fatiga;
un recelo que al presente
hace callar lo que siente,
temiendo pena que diga.

Cabo
Todas estas propiedades
tiene el verdadero amor.
El falso, mil falsedades,
mil mentiras, mil maldades
como fengido traidor.
El toque para probar
cuál amor es bien forjado,
es sufrir el desamar,
que no puede comportar
el falso sobredorado.
JORGE MANRIQUE

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